Serendipity

Whiskey scent.

"Sergio, hoy me iré más tarde" anunció Carlos el lunes siguiente, llevaba unos jeans claros y una camisa blanca normal, era la primera vez que el omega lo veía con ropa casual.

Ocasionaba un problema.

Lucia muy guapo y no tan inalcanzable como siempre, eso hizo que Sergio tuviera pensamientos inapropiados sobre un hombre casado, emparejado con el omega más hermoso del país.

"¿Está todo bien?" Preguntó, más que nada para distraerse, Lance todavía estaba durmiendo así que estarían solos por un rato.

"Sí, no hay nada de qué preocuparse" contesto Carlos. "No necesito estar allí hasta la tarde, así que pensé en pasar tiempo con mi cachorro, me tendrás que soportar por un par de horas, espero no te moleste".

Sergio se sentó en el sofá, con las manos en su regazo, por una tonta razón, sintió que tenía que mostrar su mejor comportamiento. "Es tu casa, puedes hacer lo que desees y estoy seguro de que Lancito estará feliz de estar contigo".

El cachorro adoraba a sus papás.

Carlos asintió brevemente, "Estaré en mi habitación hasta que Lanci despierte".

"¿Cuidarás de él? ¿O quieres que lo haga yo?" Preguntó Sergio y rezó para que el alfa eligiera la segunda opción. ¿Qué más haría de otra manera?

"Todavía tengo algunas llamadas que hacer y algo me dice que no te gustaría que te dejara sin nada que hacer durante toda la mañana, siento no habértelo dicho con anticipación para que vinieras más tarde, pero fue algo repentino."

El alfa se disculpó, Sergio evitó hacer contacto visual.

"No importa, me gusta estar aquí" dijo, dándose cuenta demasiado tarde de cómo sonaba, por lo que rápidamente añadió, "cuidando de Lance".

Carlos sonrió y subió las escaleras, Sergio no miró en absoluto su trasero ni los músculos de su espalda.

Pasó una hora, el omega se entretuvo preparando un gran desayuno tanto para el cachorro como para su (caliente) padre, antes había visto a Carlos llevando cereal a su habitación, y eso no podía ser saludable para él, cuando el alfa bajó las escaleras, quedó gratamente sorprendido, se sentó en la silla, mirando con asombro toda la comida que preparó Sergio.

"Gracias Sergio, no tenías que cocinar todo esto."

El omega se encogió de hombros, como si no fuera gran cosa y lleno el plato de Carlos. "Un alfa ocupado e importante como tú tiene que comer bien, no quieres desmayarte en una reunión, ¿verdad?"

Carlos le envió una sonrisa agradecida, su sonrisa era hermosa.

Esta escena era demasiado familiar, un dulce omega alimentando a un alfa que lo mantenía y trabajaba duro, Sergio lo había visto muchas veces en dramas y películas románticas, pero este era el alfa de otro omega, esto también lo había visto en dramas solo que era la escena de el alfa hijo de puta que engañaba a su pareja con un omega resbaloso.

Tenía que recordar su lugar.

Comieron en cómodo silencio hasta que escucharon un grito proveniente de la habitación de Lance, tanto Carlos como Sergio se pusieron de pie, compartieron una mirada y decidieron ir juntos por el cachorro.

Carlos lo abrazó primero, pero siguió llorando, queriendo estar con el omega, Sergio tomó al cachorro en sus brazos, arrullándolo. "Estoy aqui bebe." Lance dejó de llorar.

Carlos se rió, sosteniendo la mano del cachorro. "¡Es un pequeño manipulador! Ya prefiere un omega que a su padre a su corta edad, no quiero imaginarlo cuando sea un adolescente".