Cena para cuatro.

5.4K 525 134
                                    

"¿Qué crees que está haciendo?"

Max se sorprendió por la pregunta, el alfa miró a su pareja, sus dedos presionando botones para llamar al ascensor y finalmente entrar a su hogar después de otro largo día de trabajo.

Sabía que Carlos no lo decía en sentido literal, estaba hablando de su situación con Sergio.

"Esperando el momento adecuado" dijo Max.

Se metieron en el ascensor.

"Si ese momento no está cerca, es posible que tenga que intervenir". La mano de Carlos agarró la cintura del alfa, su cuerpo tenso. "No puede hacernos esperar para siempre".

Max le dio un beso, una entrañable sonrisa bailando en sus labios. "Char no estará contento si no confías en sus decisiones".

Conociendo a Charles, se ofendería si Carlos considerara tomar la iniciativa en una cuestión que consideraba principalmente suya, por lo general Max se mantenía al margen cuando Carlos y su omega chocaban, pero en este caso, estaba claro que Charles estaba equivocado. Sergio era importante para todos ellos.

Todos deberían tener una opinión y ser partícipes en el asunto pero eran muy débil con su pareja y el era muy bueno convenciéndolos.

"Pero ya no aguanto mas, me estoy volviendo loco" Explicó es alfa español con un suspiro exasperado.

"Estoy en las mismas, de lo contrario Sergio ya estaría llevando mi marca y..."

"¿Llevando a tus hijos?" Carlos completó, bromeando, el breeding kink del alfa era algo que habían discutido extensamente antes, con muchas rondas de sexo de por medio.

Solo se había intensificado al ver el instinto maternal de Sergio y cómo con su influencia los propios instintos de Charles estaban floreciendo ante sus ojos, el cambio del antes y el después de Sergio en sus vidas era tan claro el agua.

Carlos estaba de acuerdo en que ambos se verían muy bien preñados al mismo tiempo, con sus vientres redondos y sus tetas llenas de leche. Iba más allá de la excitación, sin embargo, Charles nunca lo aceptaría y ellos lo respetaban.

"Carlitos, ¿a dónde se fue tu mente?" Preguntó Max, con una sonrisa burlona, debió haber captado la leve lujuria en el aroma de Carlos.

El alfa se aclaró la garganta, "Te lo diré más tarde, cuando esté entre las piernas de mi omega".

Max gruñó juguetonamente, sujetándose la barbilla.

Las puertas se abrieron de repente y los alfas fueron recibidos con la hermosa vista de Sergio y Charles en vestidos de cóctel.
Hermosos, estaban mostrando tanta piel y Max estaba estupefacto, nunca había visto al omega más joven así.

Su cabello estaba peinado; suaves ondas negras que subrayan su rostro pequeño y su piel bronceada, traía puesto uno de los vestidos favoritos de Charles, era verde, de un tono profundo y sobrio, y tocaba el suelo, pero una bonita pierna quedaba al descubierto, el vestido se ajustaba a sus curvas, a sus caderas y a su pequeña cintura y resaltaba ese hermoso trasero que el mexicano tenía, Sergio también llevaba joyería fina y maquillaje, luciendo tan lujoso y lindo.

Mirándose suyo.

"Príncipe, ¿cuál es el significado de esto?" Preguntó Carlos, sorprendido y Max tragó saliva. No creía que pudiera formar ninguna frase coherente.

Charles sonrió –su impresionante y maravillosa pareja– y los guió hasta la mesa.

"Alfas, siéntense" habló, sin responder la pregunta, mientras Sergio se rió detrás de él.

SerendipityDonde viven las historias. Descúbrelo ahora