Serendipity

Declaraciones De Amor.

Declaraciones De Amor.

"Preparemos una cena especial esta noche" dijo el omega mayor un día mientras Sergio se estaba lavando las manos.

"¿Cuál es la ocasión?" Preguntó. Charles sonrió.

"Tu presentación a la manada, después de que los alfas te cortejen adecuadamente por supuesto, todo tomará tiempo así que hoy será más como un anuncio formal ya que no han dejado de molestarme por eso".

¿Qué?

"Pero vale la pena esperar por las cosas buenas, ¿no?"

Sergio se giró, verdaderamente perplejo. "Presentación... ¿manada? ¿Cortejo? Charles ¿de qué estás hablando?"

Charles acarició su pálido rostro, frunciendo el ceño, sus palmas eran muy suaves. "Omega, ¿pensaste que esto no era serio? ¿Que realmente no te queríamos?"

Tomando largos segundos para procesar el significado detrás de las palabras de Charles, Sergio dio un paso atrás, esto no era posible. ¿Cómo podía decir cosas tan profundas e impactantes con indiferencia y asumir que eran obvias?

"¡Nunca lo dijiste! Nunca... dijiste nada acerca de tus sentimientos o los pensamientos de los alfas, he estado en la oscuridad" susurró el omega, con los ojos llorosos. "Tenía tanto frío hace meses y ahora..."

El agrio olor a arrepentimiento llenó la cocina.

"Este pequeño malentendido parece ser culpa mía, lo siento mon petale" suspiró Charles, acercándose y besando suavemente los labios de Sergio. "No he besado a nadie más desde que conocí a mis alfas hace siete años cariño, solo a ti, nunca he invitado a nadie mas a mi casa o a mi cama". Sus ojos verdes brillaban, no con tristeza sino con devoción. "Te amo."

Oh.

Era ridículo creer que era especial para el omega pero Charles lo afirmaba con tanta convicción que Sergio escondió su rostro en su cuello y con voz temblorosa dijo:

"Por favor dime que lo dices en serio, no podría soportarlo si esto fuera sólo un capricho que no durará".

"Es un capricho, un capricho de mi corazón".

De puntillas, Sergio tomó la boca de Charles en un beso necesitado, pasando sus brazos sobre sus hombros, quería estar lo más cerca de él como fuera humanamente posible.

"Yo también te amo."

La preocupación que había estado oprimiendo su pecho durante semanas desapareció, ya podía respirar mejor, muchas de sus inseguridades persistían, pero el alivio de que Charles no hubiera hecho esto con otros era enorme, Sergio era amado y había un lugar al que pertenecía.

Aunque el Sainz Pack no estaba formado por una sola persona.

"¿No necesitas el permiso de los alfas para agregarme a tu manada? ¿Cómo los convencerás? ¿No están celosos de mí?" Murmuró Sergio, sintiéndose extremadamente vulnerable.

Charles se rió cálidamente, sosteniendo su cintura y frotando su espalda, dejando salir feromonas calmantes. "No eres tonto omega. Max y Carlos también están enamorados de ti, no puedes decirme que no te has dado cuenta".

Las mejillas de Sergio ardieron, entonces sus instintos eran correctos, esos grandes y guapos alfas lo deseaban.

"Es un asunto que hemos discutido en la privacidad de nuestra habitación, te quieren, eso te lo puedo asegurar" murmuró Charles en su oído, pecaminoso. "Te desean, ya perdí la cuenta de las veces que mencionaron a nuestro lindo niñero mientras me follaban".