Hermès Birkin

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La puerta se abrió de golpe y Charles entró como el rayo McQueen, "¡No puedo soportarlo más!"

Carlos se puso de pie. "Cariño, explícate ahora mismo."

Charles se abrazó a sí mismo, pareciendo perdido.

"No puedo ver a Sergio ser amenazado y castigado por algo que no hizo" dijo, a punto de romper en llanto. "¡Fui yo, alfa! Lance resultó herido porque no fui lo suficientemente cuidadoso en la cocina, fue mi culpa, sólo mía".

"¿Qué estás diciendo Charles? ¿Me mentiste?" Exclamó el alfa horrorizado, empezando a enfadarse. ¿Cómo pudo su pareja hacerle algo así?

Charles asintió bruscamente. "Antes de que pudiera decir algo, Sergio te dijo que había sido él y no lo procesé, estaba tan preocupado por Lance, entonces seguí adelante y ya que comprendí lo que había pasado, estaba muy asustado... lo siento, yo -" vaciló, con un olor entristecido, haciendo que el alfa quisiera gruñirle, para que se detuviera.

El omega más joven estaba totalmente callado.

"¿Por qué diablos te culpaste?" Preguntó Carlos con incredulidad, las mejillas de Sergio se tiñeron de rosa cuando toda la atención fue puesta en él.

"El señor Charles estaba asustado" murmuró. "Estaba pensando en la seguridad de Lanci, si su mamá estaba asustado por tu reacción y preocupado por lidiar con tu enojo, el cachorro se sentiría desesperado, Lan necesitaba que Charles estuviera bien para el estar bien, lo hice por el".

Parecía que había más en la historia, pero Carlos no podía concentrarse en ello ahora.

"Gracias" dijo Charles inesperadamente, mirando a Sergio. "Gracias por priorizar a Lance... y por... cuidar de él".

"Es es para lo que estoy aquí."

Carlos entendió que los omegas necesitaban tener una conversación privada que él no tenía lugar para escuchar.

Él se sentó y espero a que los omegas de la casa platicaran, después de la conversación decidió recordarles de su presencia.

"Sergio, no estás despedido, podrás conservar tu trabajo". El alivio se reflejó las facciones del omega. "Pido disculpas por ser tan duro."

Sergio hizo una reverencia, "Gracias, señor Carlos".

Y volvieron a lo mismo de antes, el alfa lo compensaría más tarde, se aseguraría de que Sergio lo perdonara y lo mirara de la misma manera que solía hacerlo antes de hoy, con calidez en sus ojos.

"Charles, quédate, todavía tenemos que discutir algunas cosas".

"Charles, quédate, todavía tenemos que discutir algunas cosas"

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La charla con sus compañeros no había sido fácil. Charles lloró con todo su corazón mientras Carlos y Max lo consolaban, tuvo que explicar entre sollozos que era su culpa, que nunca se perdonaría, que tenía mucho miedo de que sus alfas lo odiaran y lo dejaran, que cuando Lance creciera y se enterara de esto, él también lo odiaría.

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