En como Adalet desea ser libre y conocer el mundo exterior, pero sin saber que el mundo podría ser tan cruel y despiadado, revelando secretos que ni ella misma sabía, además de que ella es la única salvación para la humanidad. Sacrificando su libert...
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Capítulo tres: Una luz en la desesperación, la restauración de la humanidad. Parte 1.
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OMNIPRESENTE.
Bajo los fuertes rayos de sol se encontraban los reclutas novatos, y entre ellos Adalet Jaeger. La castaña tenía una mirada seria mientras miraba al frente no muy lejos pudo visualizar a Armin, quien a kilómetros se podía notar lo nervioso que estaba, no iba a negarlo para nada de que Shadis si le daba un poco de miedo.
—¡Tú imbécil! ¿Quién demonios eres? —preguntó aquel hombre mientras se acercaba un poco al chico de cabellera rubia.
—¡Vengo de Shiganshina soy Armin Arlert, señor!
—¿En serio? ese nombre es para un imbécil ¿lo eligieron tus padres?
—¡Lo eligió mi abuelo, señor!
—¡Bien, Arlert! ¿Ahora dime por qué estás aquí?
—¡Por qué quiero la victoria de la humanidad, señor!
—¡Excelente respuesta aunque sería mejor como comida de titanes! —Comentó luego de que agarró la cabeza del ojiazul para darle vuelta y que se quedara en su fila—, tercera línea, media vuelta. ¿Y tú quién diablos eres?
—¡Señor, provengo de Trost. Soy Thomas Wagner!
—¡Dilo más fuerte!
—¡Señor, provengo de Trost. Soy Thomas Wagner!
—No te escucho.
Sin embargo, un par de soldados iban a pasar por aquella zona de entrenamiento mientras miraban a los reclutas novatos.
—Ahí va de nuevo. Tú también estuviste en la misma posición que esos reclutas —Recordó aquel hombre a su acompañante mientras los dos miraban a los reclutas.
—Esto me trae recuerdos, y dígame ¿Qué objetivo tiene intimidarlos?
—Así es la iniciación se les obliga a rechazar lo que fueron antes, de esa forma los novatos se desarrollan para ser unos buenos soldados. Por eso Keith los trata así.
