cap 3

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Buck y Maddie iban charlando detrás de mí. Escuché como Maddie bromeaba diciéndole que si él quería darle los platos de Abby ella no se negaría, pero entre broma y broma en verdad necesitábamos platos. Cuando fuimos de compras nos concentramos en muebles y en ropa. Nada más y nada menos.

Habíamos limpiado, barrido básicamente todo el departamento. Tenía entendido que hoy o mañana vendrían Buck y sus amigos a ayudarnos con los muebles y esas cosas. Así que debíamos tener la casa por lo menos presentable, vacía pero presentable. (Ha excepción de las camas)

........

Vi a Maddie a lo lejos irse enojada luego de una llamada. Hubiera ido detrás de ella pero estaba en medio de una llamada. En mí descanso hablaría con ella.

Hablé con Maddie y solicitó un recorrido con la policía. Todo vinculado al trabajo. Había hablado sobre que no se sentía bien, estaba acostumbrada a ver a las personas cuando necesitaban ayuda, estar ahí para ellas y no a través de un teléfono por el cual solo escucha la voz de las personas pero no las veía, el haber sido enfermera y tener contacto con quién solicitaba su ayuda y ahora solo estar al otro lado de la línea era algo difícil. Y vaya que si lo entendía, era algo complejo. Me alegre por ella y la hice jurar contarme su experiencia hoy por la tarde.

Mientras yo seguiría con llamadas y con ganas de salir a tomar un café o por un rico almuerzo. Al cual iría con Maddie así que debía esperarla, pero mí pancita me imploraba algo de comida. Voy  a lo que yo llamo sala de estar de aquí pero estoy segura que no se llama así. Pero ñe.

Luego de ir por algo de comer me di cuenta que mí descanso terminaba en media hora. Por lo cual decidí salir del edificio y dar una vuelta a la manzana, o tal vez dos.

El lugar era lindo, Los Ángeles lo era. No podría quejarme, de por si de dónde vengo era hermoso. Pero vivía en la parte urbana, aunque anhelaba irme a lo rural por lo que cuando tenía una oportunidad me iba al bosque a simplemente caminar o ir y leer un libro mientras me sentaba en algún lugar a admirar algo del paisaje.

Ahora que estamos en confianza no tuve la mejor de las vidas. Yo de  niña iba de hogar en hogar, me acogían por cierto tiempo hasta que mí madre pudiera hacerse cargo de mí. Pero ese día nunca llego, ella murió por una sobredosis y de mí padre no se nada. Habían hogares que eran un sueño, en los que me encariñaba tanto y después simplemente me abandonaban, de nuevo. En uno de los hogares tuve como "Madre" a Lizbeth pero todo el mundo le dice Liz, a veces hablo con ella por llamada, es lindo tener a alguien. 

 Con los hogares que fueron malos conmigo, tuve dos de esos en realidad, en uno hacían lo que conocemos como explotación infantil, donde me enviaban a trabajar desde temprano hasta ciertas horas de la noche, a veces comía y otras veces me lo negaban. Según ellos estaba gorda y nadie se acercaría a mí si yo estaba gorda. Después en el segundo hogar sufrí algo peor, no me lo hicieron a mí pero es algo que me afecta hasta el día de hoy. Vi, presencié como un padre violaba a su hijo, es una imagen que no me puedo borrar de la cabeza, ese hombre me causó y me causa hasta el día de hoy un asco y repugnación enorme. Llegué a generar tanto odio por lo que en una noche me harté de la situación, para este entonces yo tenía unos 15 o 16 años, no recuerdo bien.

Lo que si recuerdo es como por la noche escuchaba como el niño de tan solo 12 años lloraba, rogándole a aquel hombre que parara, que lo lastimaba. Era una criatura y yo por más miedo que tenía debía hacer algo, no podía seguir permitiendo aquello, así que esa misma noche que lo escuché suplicar por ayuda fui hasta donde ellos estaban, el desgraciado estaba encima de el, eso me enfureció más. Fui hasta donde estaban y lo primero que atiné a hacer fue agarrar la lámpara que había en la mesita de luz y le pegue con todas mis fuerzas en la cabeza, una y otra y otra vez. Salía sangre de a montones, tardé un poco pero logré contenerme. Pero si hubiera sido por mí no paraba hasta no ver parte de la masa cerebral.

Evan Buckley 911Donde viven las historias. Descúbrelo ahora