Cierro los ojos con todas mis fuerzas, la bala impactó cerca mío rozando mí piel en el camino. Estoy sangrando pero es superficial. Respiró aliviada, pero eso no quita el ardor que comienzo a sentir.
- ¡¿No era que tu odio es hacia las mujeres?!- comenzaba a perder mí paciencia, doy un paso más hacia delante.- ¡Sé un hombre y deja ir al niño y agarrame a mí! El no tiene la culpa de lo que una mujer te haya hecho, pero yo soy mujer. Deberías tenerme a mí. -suelta al niño y en un movimiento rápido me toma por el cuello apuntándome con el arma y acercándome a él, mis ojos conectan con los de Buck, no se mueve, no porque no quiera si no porque sabe que cualquier movimiento brusco podría ser fatal para mi. Puedo ver la desesperación en su rostro.
- Acabas de cometer una locura. No sabría decir si tienes agallas o si eres completamente estúpida.- dice mientras con sus manos quiere tocarme.
- Para decir odiar a las mujeres, puedo notar que estás algo excitado.
Su agarre en mí se intensifica y pasando sus manos por mí cintura me pega a el, sin un centímetro de espacio entre mí cuerpo y el de esta basura de persona. En qué maldito momento paso esto.
- Y tu para decir ser una mujer, no eres más que una maldita puta. Se que te gusta, de no ser así no hubieras querido venir conmigo zorrita. - asqueroso.
Mis ojos se nublan un poco a causa de las lágrimas, yo no quería esto. Solo quería cuidar del niño, lo busco con la mirada y no lo veo hasta que dirijo mí vista a una ambulancia, ahí está el niño siendo atendido por paramédicos.
- ¡Oscar! ¡Suelta a esa mujer! ¿qué carajo crees que haces?- un hombre algo mayor se acerca. Siento como , el que ahora se llama Oscar, se tensa.- Ella no tiene la culpa de lo que tu madre ha hecho.
- ¡Quédate donde estas! Ya es tarde, llegaste tarde. Otra vez. - ¿Cómo que otra vez? A esta altura las lágrimas ya no piden permiso para salir.
- Hijo, por favor. Deja ir a la señorita. No seas igual que ella.- dice refiriéndose a la madre.
Aprovecho que su agarre no es fuerte y que está algo distraído y con mí codo le pegó en las costillas. Oscar se echa para atrás con una mano en el abdomen y otra con la pistola. Inmediatamente trato de sacarle el arma, pero no me lo pone fácil.
Comenzamos a forcejear, suelta puños pero yo no dejo de luchar, por más dolor que sienta no puedo dejar de pelear. No pienso morir en sus manos, no pienso ni quiero morir hoy. Lucho por mí, y nadie más que por mí.
Pensé que lo lograría pero un golpe fuerte llegó a mí cabeza y luego un ardor en mí pierna hizo que dirija mí mirada hacia allí. Me disparó en la pierna, estoy algo mareada ¿le habrá dado a alguna arteria?
Comienzo a sentir terror de morir aquí y ahora. Mis gritos no tardan en llegar, el ardor de la herida y el ver tanta sangre saliendo de mí, no sé cómo sigo despierta.
- No no no no no- digo mientras trato de hacer presión, de repente solo era yo tirada en el piso, sola, tratando de apretar mí pierna y ver si el sangrado frena.
Siento una mano en mí hombro y alguien se agacha a mí lado. Puedo ver qué es la oficial, Athena. Trato de escuchar lo que me dice pero no puedo, la veo y me da una sonrisa reconfortante, miro a mí alrededor y solo está ella y los paramédicos.
Si, estoy buscando a Buck, es al único que conozco que estaba aquí o ¿Lo imaginé?
- E-el niño ¿Donde está? ¿Está bien?- logro preguntarle.
- Si cariño, está sano y salvo. Gracias a ti. Dejaré que vayas al hospital, más tarde iré a visitarte para hacerte unas preguntas.
- De acuerdo.- murmuró. Me dedica una sonrisa y se va dejándome sola, otra vez.
Los paramédicos cuentan hasta tres y me suben a una camilla. Eso dolió.
- Duele...- digo cerrando los ojos con fuerza.
- ¡¡Annie!!- sonrió un poco al escuchar su voz.- Por dios ¿En qué estabas pensando? ¡¿Acaso querías morir?!- ¿Qué demonios está diciendo?
- Estoy bien, gracias por preguntar Buck.- hablo con sarcasmo y lo miro mal.
- Ya veo que estás bien, si usas tu sarcasmo debes estar excelente.- habla irónico.
- Hablaremos luego Buck, si no vas a sumar mejor no restes. Lo que menos necesito ahora es que me hables así. Pensé que...
- ¿Qué pensaste? Dime.
¡Carajo hombre! Pensé que estabas preocupado y que querías saber cómo estaba, no pensé que vendrías a retarme como si fuera una niña que se metió adrede en problemas.
- Déjalo así Buck ¿Quieres venir?.- El quería volver a acercarse pero no lo dejaron. Si, la pelirroja lo detuvo suavemente. Lo miró a los ojos y levanto una ceja, el pasa su mirada de mí a ella sucesivamente. No sabe que hacer.- Vamos, al hospital.- les hablo a los paramédicos, sin decir más me suben y cierran las puertas. Miro al techo y suspiro, me había olvidado un poco del dolor durante todo ese drama, pero el dolor regresó de golpe y no pude evitar que las lágrimas cayeran al fin.
La ambulancia arranca y antes de que comience a andar unos golpes en la puerta provocan que se detenga de golpe.
Las puertas se abren y aparece Buck.
- No pensaste que te dejaría sola ¿Verdad?- me mira con una sonrisa y se acerca a mí, tomando asiento a un lado mientras agarra mí manos entre las suyas. Sonrió un poco mientras las lágrimas seguían cayendo.
Pasa su pulgar tratando de limpiarlas.
- Por un momento pensé que si. Lo siento.
- Yo también quiero estar para ti Annie, cuando llores, cuando me necesites, incluso cuando tengas una bala en la pierna y necesites quien te acompañe al hospital.- ambos reímos.
- Espero sea la última vez que tenga una bala en mí cuerpo.
- Estarás bien Annie, yo estaré aquí, contigo.- dice mientras comienzo a cerrar los ojos lentamente.
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Evan Buckley 911
Fanfiction************** Duerme, pero no es capaz de descansar porque, aunque sus ojos estén cerrados, sus heridas siguen abiertas, a la espera de que sea la cicatriz del tiempo la que las apague. ************** Si quieren saber más o menos como va la histori...