Love from a zeal || BonRin ||

CAPÍTULO VII

—¿No crees que te excediste?— Pregunto el medio demonio extendiendo junto a la morena una manta grande de pícnic de un azul claro en el césped, la morena alzo los hombros no dándole importancia a esto, cuando la manta estuvo lo suficientemente extendida ambos se sentaron frente a frente, esto para poder comer cómodamente sin necesidad de ir a los comedores los cuales eran llenados por los exorcistas que no paraban de verlos a ambos como lo peor de lo peor, pero esto no fue impedimento para que el medio demonio dejara de mirarle juzgonamente —No lo se ¿Lo crees?— respondió Maya con una pregunta abierta sonriendo maliciosamente, pero rápidamente rio tiernamente a ver la mirad insistente de Rin que parecía decir ¿Es enserio? —Vale, vale quita esa carita jajaja— dijo y empezó a abrir los beton y extenderle al menor el suyo el cual agradeció sin quitar la vista de la morena —No siento que fue así, al contrario llamarme vulgar ¡ugh! eso si es excederse— Se quejo abiertamente Maya comiendo con firmeza cerrando los ojos. Ella dejo muy claro en el aula que todo tipo de insulto era de su desagrado hasta el mas inocente posible, pero Rin aceptaba que su hermano se paso un poco de la raya al entrar y imponer su autoridad en una clase que no era la suya.

—Nunca vi a alguien tan...tan ¡Agh!— Gruño furiosa al recordar cada gesto del gemelo menor que desesperaba a la morena actualmente —El es todo lo contrario a lo que mi familia me ha enseñado ¡Me desespera! ¡¿Como puedes ser hermano de alguien como el?!— mientras estos sucedía Rin reía mientras llenaba sus mejillas de comida. Pensaba que el actuar de la morena era tan parecido como un drama romántico donde la protagonista no soporta en absoluto a su contraparte solo para terminar perdidamente enamorados, pero estos pensamientos fueron expulsados de su mente rápidamente cuando la morena hablo ya calmada pero aun refunfuñando.

—Por cierto Rin el chico a tu lado...no paraba de mirarte— vio pícaramente al medio demonio que se atragantaban con un poco de arroz al escuchar la afirmación de su ahora maestra la cual empezó a reír escandalosamente —Oh vamos ¿No me dirás que nunca te percataste? ¡Era evidente!— mientras la morena reía por lo distraído que era su amigo el medio demonio ahora no paraba de pensar del porque Bon lo miraba tanto, y sin pudor como para que la morena lo notara, aun siendo o no siendo obvio maya era audaz nada se le escapaba por mas que Rin deseara, era muy complicado escapar de la audacia de la morena, mas aun conociendo que tipo de "demonio" era.

—N-no lo se...— balbuceo aduras penas sin saber en que oyó meterse en ese momento, si para Rin era mas que obvio que esos nervios solo los provocaba el moreno, pues ya hace muchos meses que ignoraba sus sentimientos, mas que todo por el estrés de vivir preocupado por como actuar sin que la orden vea cada acción suya como un posible peligro de vida o muerte. 

—Es muy lindo, no es mi tipo pero siento que es de fiar— decía mientras bebía un poco de de té mientras la miraba del medio demonio la interrogaba sin pudor —Dulzura estuve dos horas enteras en un entorno donde solo uno de todos los que se hallaban allí se mantuvo de lo mas normal contigo mientras que los demás estúpidamente te huían como si te los fueras a comer ahí mismo ¿Me entiendes?— Con eso Rin sonrió pues se sentía bien saber que por lo menos uno y sobre todo alguien al cual siente fuertes sentimientos recién descubiertos no te evita por miedo a que le hagas algo.

Le hubiera gustado indagar mas en el tema a ver que mas la morena pudo logra ver pero de la nada un grupo de exorcista llego a donde se encontraba, colocándose frente a ellos casi pisando su comida, lo cual a ambos le molesto, aun así la morena no se inmuto y seguía comiendo tan elegante como la etiqueta lo exigía, pero sin bajar la guardia en caso de que tenga que poner un alto a alguno de estos sujetos. No fue sorpresa para ninguno el que hallan dicho que el Grigori solicita a Rin a la corte de manera inmediata —Ya se había tardado la rubia el hablar...— Susurro Maya levantando todo para acompañar al moreno pero fue detenida rápidamente —Lo siento Suzuki-sensei solo es necesaria la presencia de Okumara...— debió ser evidente la molestia de Maya ya que el exorcista dio dos pasos hacia atrás asustado con una gota de sudor en su mejilla.