CAPÍTULO XI

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La mente de Rin estuvo en blanco viendo como su padre a través de sus llamas mostraba lo que en su momento fue la trasformación de Maya —Una criatura esplendida tiene todo lo que sus padres esperaban de ella...Pero— pauso para soltar un triste suspiro ¿A que costo? — se auto pregunto este recordando las incesantes horas para que Maya volviera a ser esa niña tierna y alegre que recordaba, fueron horas, minutos inclusos años y décadas para que Maya recuperara su confianza y valor; el recordar como huía de todos y amenazaba con transformarse si se acercaban a ella, todo por el miedo de que la historia se repita. Es algo que ni él ni sus padres quieren vivir nuevamente. 

Ella... ¿Volvió a perder el control? — pregunto el medio demonio dudoso, ya que sabía que su amiga era el ser más correcto, nada se le escapaba podía notar que todo le salía a la perfección sim que ella quiera —Un par de veces...— finalizo el Demonio mayor tomando el ultimo sorbo de Té —Sufría muchos delirios y sentía que Samael estaba ahí detrás de ella contestemente— Rin en cambio sabia lo que se sentía, pues no se atrevía a salir de la residencia sin sentir que estarían los exorcista. En espera de el para raptarlo y hacer cuanta cosa no quisiera imaginar —¿Y eso la hacia perder el control?— cuestiono jugueteando con la flama de su padre —Eran pocas veces...pero en cuanto ella estaba sola reaccionaba...y se debía comenzar de nuevo— Con eso se levantó del sofá escuchando tres ecos de campanas a lo lejos —Si quieres saber más Maya te lo contara como un libro abierto, noto que te aprecia como su fueras uno más de sus hermanos. Como siempre llámame en cuanto me necesiten tu y tu hermano— revolvió la rebelde cabellarle del menor de sus hijos para que atreves de la puerta de Assiah se retirara. 

[...]

En esa tarde la lluvia no seso ni dio respiro a quienes transitaban las frías calles, aun que continuaba fuertemente el agradable clima y el silencio hacia que el medio demonio se sintiera tranquilo, la residencia y un poco más allá de esta estaba protegida por un pentagrama de su padre por ende solo aquellos que tenían el permiso podían pasar. Satán se había retirado dejando al menor de sus hijos metidos en sus más profundos pensamientos; este al quedar solo cubierto por el ruido de las gotas golpeaban la ventana... 

Pensando en lo cruel que el mundo puede ser, sea Gehenna o Assiah —Hasta parece una broma

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Pensando en lo cruel que el mundo puede ser, sea Gehenna o Assiah —Hasta parece una broma...— susurro al mismo tiempo notando como sus propias lágrimas caían sutilmente por su mejillas pálida; lloraba de impotencia, una la cual no sabía que podía sentir. Su amiga y por lo que soplaba la marea su más leal compañera, la que se levantaba de la cama temprano para hacer sus tareas puntualmente sin ninguna queja, esa misma que le reñía como una madre y que sonreía como una niña en navidad, que se alegraba como una tierna adolescente.

Era como ver una cara diferente de la misma, una llena de dolor e ira contraída; misma que el compartía, pero que gracias a un dios el cual empieza a dudar de su benevolencia pudo salir impune....una suerte que no ocurrió con ella. Se levanto de su asiento en busca de algo que hacer y que su mente se distrajera, sin notar que sus piernas se negaban a ir a lugares donde estuviera oscuro o simplemente solo, agradecía poder ver esas pequeñas cosillas negras que normalmente salen cuando hay una alta concentración de aura demoniaca. 

¿Ustedes le dirán a mi padre si algo me pasa eh? jajaja— rio este sintiendo las cosquillas que esas pequeñas bolitas le bridaban mientras se escabullían por su cuello —Y pensar que antes  me daban algo de grima— sonrió caminando algo más animado, hallándose ya en la salida de la residencia suspiro notando como el cielo estaba tan claro con su característicos color grisáceo y lleno de luz aun con la fuerte lluvia; no sabia que fuerza lo llevaba a mover sus pies descalzo afuera siendo empapado casi inmediato —Debo estar loco...pero, esto se siente agradable— sonrió caminando en dirección incierta, siendo mojado hasta decir basta por la lluvia.

[...]

Había caminando bastante sumergido en sus pasamientos, la lluvia le había enfriado el cuerpo y la mente sintiendo confianza al notar el aura del pentagrama, no había visto a donde fue hasta que noto como a orillas del puente que unía la residencias se encontraba una pequeña figura igual de empapada que el, Maya estaba sentada en la barandas de cemento viendo a la nada su; Hamfu se pegaba a su piel trasparentado un solo un poco, su peinado estaba desecho y pequeños mechones rizados se pegaban a su rostro.  

—¿Maya? Q-Que ara ella allí...? ¡No me digas!— corrió asustado pensado que su amiga haría una locura, pero sus miedo se esfumaron al oír su hermosa voz cantando mientras su ojos cambiaban a un hermoso ámbar pero que pasaron rápidamente su zafiro habitual —Esa vez...la tormenta no se comparaba nada con esta hermosa lluvia— murmuro maya viendo como el medio demonio se sentaba  a su lado interrumpiendo su canto —La lluvia tiende a purificar...Pero esa vez la tormenta solo fue un sello que marco una maldición— sonrió melancólica recostándose en el hombro de su amigo —Papa...me dijo todo...No necesito saber más, la Maya que me acompaña hoy en increíble...— dijo este fijando sus ojos al mismo punto de la morena, notando como el solo y el cielo gris formulaba una hermosa vista al pequeño rio del puente.

Me alegra escuchar eso...— dijo esta riendo —Sabes me recuerdas muchos a mis hermanos, por eso tengo debilidad por cuidarte eres un hermanito más Jajajaja— bromeo esta pellizcando la mejilla del medio demonio —No quiero que cambies Rin, tus cambios deben ser una mejora de ti mismo...— esta se puso de pie en la varando invitando al Medio demonio, aunque le dio un poco de vértigo tuvo la confianza de hacerlo —Rin...lo que me paso, lo que te paso fue la prueba perfecta para saber nuestro limite...— esta invito a imitarla en una danza chinese, la morena lo hacia cuando hablaba con su padre, este le seguía el ritmo escuchándola pues su mente se aclaraba bastante —Tu desarrollo definitivo sera mañana, tu cuerpo tus deseos serán diferente incluso sabrás quien es tu dominante o sumiso ideal...— el medio demonio no supo que pensar pues había notado que su cuerpo empezó a cambiar drásticamente le aterraba pero estaba listo.

Ambos no deseaban hablar más del tema sabiendo que mañana todo se sabrá correctamente, Maya en cambio tenia una leve hipótesis con respecto a Rin esperando que sea correcta, ya que seria brindarle la felicidad deseada a su Amo, mientras ambos danzaban podía notar todo en ella y el el Menor de sus maestros, eso y la intensa mirada en ellos, sabia que no era alguien peligrosos por ende una pequeña risilla se le escapo, no podía evitar cubrirse tal vez por maña, le resto importancia cuando Rin cayo al riachuelo, lo que hizo que ambos jóvenes rieran y se divirtieran un poco más en ese día lluvioso, en espera por el mañana.   

Continuara...

Love from a zeal || BonRin ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora