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Aiyana apenas se podía concentrar en otra cosa en ese momento, en nada que no fuera el hombre frente a ella. <Ainy> la última vez que la habían llamado así fue al día siguiente de conseguir su contrato con el demonio de la oscuridad, cuando acabó con la vida de ese hombre...no, el hombre estaba frente a ella en ese momento, vivo.
—Aiyana— la voz de su compañero la devolvió al presente— ¿Estás bien?
—Sí...
—El Sol ya se ocultó por completo, creo que es el mejor momento para que entre— sugirió Nakoto.
Aiyana apenas era consiente de sus palabras, estaba más concentrada en el cuello del hombre: "así que por eso lleva la camisa con el cuello todo abotonado, para que no se vea su cicatriz" pensó. Pero lo que dijo fue:
—Claro...entraré.
—¿Qué? No, no entrarás sin mí...— comenzó a decir Aki, estaba por ser interrumpido por Nakoto pero Aiyana se adelantó.
—No hay otra forma, no podemos hacer caso omiso de la indicaciones de Makima, si lo hago entonces me castigará y no deseo dejar...— casi se mordió la legua para deterse—...de ser una devilhunter— terminó en cambio.
—Si ella desea que el demonio sea eliminado, da igual si lo vences solo tú o yo voy contigo.
—Quizá no, tal vez el problema es ese— soltó Aiyana queriendo incluso convencerse más a ella que a Aki—. En todo este tiempo el trabajo lo has hecho tú, quizá no está satisfecha con mi desempeño y por eso nos pone tareas por separado...
—¿Ella cómo sabría?
Hubo un silencio largo, ambos solo compartieron miradas entre sí; "Makima siempre lo sabe todo" quiso gritarle, pero no quería seguir discutiendo, así que solo agregó lo que supo que funcionaría.
—Aki Hayakawa no iré sola, hay dos demonios que siempre me acompañan— dicho eso se retiró las gafas de sol para dejar a la vista sus ojos blancos, y se las entregó—, no importa el demonio que esté ahí dentro, no me hará daño.
Y rápidamente Aiyana los dejó atrás para entrar en la construcción a la que Makima se había referido como "oficinas", pudo escuchar que decían su nombre a sus espaldas, pero no prestó atención.
Solo había puesto un pie dentro y la puerta se cerró el golpe provocando que desvainara las katanas en cuestión de un segundo. Había una leve luz amarilla, misma que era distinguible desde fuera, pero ahí dentro se veía más tuene, lo que le ayudaría a ella, solo necesitaba encontrar la fuente y deshacerse de ella para estar en completa oscuridad; sin embargo, por más que pasó la vista por el espacio no parecía haber nada que la provocara además de un par de viejas sillas de plástico ¿era posible que se tratara del segundo piso?
Se dirigió a las escaleras y subió rápidamente, pero la luz era incluso más nítida ahí, estuvo por regresar cuando una voz le llamó.—No está aquí— susurró una voz rasposa a su espalda— Es abajo, más abajo.
Aiyana llevó su vista hacia el techo, de donde provenía la voz, más específicamente en una de las esquinas del techo, la poca luz le dejó ver claramente la asquerosa cosa que le había hablado, parecía ser una especie de masa gris babosa con dos ojos inyectados en sangre, ni siquiera se veía que tuviera una boca. Pero aún a pesar de lo poco amenazante, Aiyana se puso en guardia.
—¿Qué se supone que eres tú?— preguntó sin molestarse en ocultar el asco en su voz.
—No soy lo que vienes a buscar, pero te es mejor dejarme comerte a mí a esperar que lo haga el otro...
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EFÍMERO | AKI Y TÚ
FanficAki Hayakawa planeaba seguir con lo poco que le quedaba de vida como lo había hecho hasta el momento: buscando matar al demonio pistola. La muerte de Himeno no había cambiado eso, al contrario, solo le había dado más ira. Y entonces, una chica...