EFÍMERO | AKI Y TÚ

Capítulo 16. Derrumbe

***

    —Kon

    Aiyana escuchó la voz de Aki como si proviniera de por debajo del agua, " kon" había escuchado eso antes pero...
    Abrió los ojos de inmediato, seguramente si fuera ella quien tuviera la vista se encontraía completamente mareada por la pérdida de sangre, pero la visión que le dio el demonio de la oscuridad fue lo suficientemente clara para comprobar que Aki estaba intentando llamar al demonio zorro.

    Ese demonio...siempre había creído que había sido una perdida de tiempo hacer un contrato con él, perder su larga cabellera y prometer alimentarlo con otros demonios solo por utilizar su cabeza y todo para que Makima dijera que ya había devilhunters más capaces para pelear con contratos con ese demonio...

    Kobeni le había dicho que Aki tenía ese contrato, pero nunca vio que lo utilizara y quizá la respuesta del porqué la tenía frente: el demonio no salió.

    Las sombras comenzaron a arrastrarla, pero ella ya era casi un peso muerto por lo que no se les estaba haciendo fácil, aún tenía una mano libre así que decidió que aún podía pelear, copió la forma de la mano de Aki y abrió la boca, ni siquiera pudo escuchar su voz pero supo que lo había dicho porque Aki volteó a verla. No tardó ni un segundo, y la enorme cabeza del demonio zorro salió de la tierra y con un bocado partió en dos al demonio de las sombras a quien ni siquiera le dio tiempo de gritar antes de apagarse.

    Y entonces ella volvió a ver.
    Aki parecía confundido pero aún así se las arregló para ponerse de pie en la ocuridad, llegar hasta ella y volver a cargarla.
    Pero al retirarse el demonio zorro la construcción quedó con un enorme hueco lateral lo que provocó que todo comenzara a temblar.

    —Se va a derrumbar— susurró Aki con terror en la voz y comenzó a girar su cabeza en todas direcciones.

     Aiyana sabía que debía estar buscando la puerta, pero aún no podían salir.
    —A la derecha— le indicó.

    Él no dudó ni un segundo y solo se detuvo cuando chocaron con el demonio de las deudas que aún estaba en el suelo. Éste había sufrido graves rasguños de las sombra que le había pertenecido, tenía también golpes por todo el cuerpo e inclusive habían logrado arrancarle un brazo, pero aún así seguía con vida.

    —¿Qué?— preguntó Aki confundido.

    —Bájame.

    —¡No! Hay que salir de aquí.

    Le era un esfuerzo terrible si quiera hablar, pero hizo su mejor intento.
    —Esto está por derrumbarse, puedes salir conmigo o con Denji...

    Aki se volteó la cabeza con alarma, claramente había olvidado ese detalle, su mandíbula se apretó en frustración justo cuando pedazos del techo comenzaron a caer.
    —Saldré contigo— aseguró él.

    —No, vas a bajarme, e irás por Denji.

    —No voy a...

     Algo la jaló del tobillo interrumpiendolo, Aki no lo veía, pero seguramente entendió que el demonio de las deudas la quería ahí. Él estaba herido pero vivo y aun tenían un trato con ella, ambos con herida graves pero aún se necesitaban el uno al otro.

    —Voy a estar bien— le susurró Aiyana.

    Pudo ver como Aki dudó y sitió como la sujetó con más fuerza...él demonio de las deudas hizo lo mismo.

    Aiyana sentía su cuerpo ardiendo, sabía que había perdido mucha sangre por la herida en el abdomen, aunque no era solo eso, tenía un corte en el hombro, le habían atravesado la palma de la mano, y además de tanto que la apretaron las sombras estaba segura que también tenía un par de huesos rotos...pero en brazos de Aki casi se sentía entera. Nunca había se negado lo mucho que el chico le atraía, pero eso era diferente, se estaba muriendo, todo se estaba cayendo a pedazos a su alrededor una vez más y aún así lo único que podía sentir era la calidad de estar en sus brazos...

    —Aki...

    Él la volteó a ver. Aún estaba desesperado pensando que hacer, su cabello se había soltado en algún momento de la pelea y sus pupilas estaban contraídas haciendo más notorio el color en sus ojos, se preguntaba como se veria con la luz, seguro que serían incluso más claros, pero estaba segura que no podían verse más bellos.

    Fue algo impulsivo, por instinto. solamente lo tomó por las mejillas para acercarlo y lo besó.
    Aki no ocultó su sorpresa, pero aún así le devolvió el beso. Ambos habían sido golpeados así que lo primero que sintió ella en la boca fue el sabor de la sangre, pero le siguió uno dulce y calido, su cuerpo se aseguró de que ella sintiera el escalofrío que la recorrió aún por encima del dolor y las heridas. Solo entonces hubo un suspiro por parte de ambos...como si estuvieran aliviados de por fin poder hacer aquello, Aiyana por su parte sabía que así era.

    Se alejó un poco.
    —Tienes que irte....— susurró— Denji está justo detrás, la puerta a la izquiera...confía en mí.

    Aún con duda en los ojos, Aki bajó con delicadeza a Aiyana hasta dejarla justo a un lado del demonio, quien no tardó en desaparecer de nuevo al tener a la chica a su lado.
    Ella siguió viendo cuando Aki a ciegas logró llegar hasta Denji, lo sujetó con fuerza y después vio como se dirigía a la puerta y salía con rapidez. Quizá pensaba que tendría tiempo suficiente de volver por ella, pero apenas pasaron unos segundos que salió de la habitación cuando el techo completo se derrumbó.