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A Aiyana ni siquiera le dio tiempo de procesar el gran dolor de su cuerpo al ser atravesado antes de que de nuevo algo la sujetara, no, no era solo algo, era su sombra. Antes de que Denji llegara lo había descubierto: el demonio al que se enfrentaba era el demonio de las sombras, el que la había herido en el hombro hacía apenas unos minutos y acababa de hacerlo también en el estómago, el que la había intentado asfixiar y solo se detuvo cuando Denji entró e intentó ayudarla, y en ese momento estaba haciéndolo de nuevo, le estaba quitando el aire; no podía entender porque el demonio de las deudas no hacía nada, pues por lo que sabía no había ninguna razón por la que no pudieron protegerla de aquel demonio, ¿o sí?
—Aiyana...— le llamó Aki mientras se ponía de pie, pero justo entonces la sombra a su espalda también comenzó a moverse.
Intentó advertirle como pudo, pero su sombra impedía cualquier movimiento, solo pudo abrir los ojos lo más que pudo pero no pareció ser necesario pues Aki esquivó la sombra de su katana justo a tiempo. Denji por su parte estaba aún en el suelo y ya parecía haber quedado inconsciente, ella pronto estaría igual pues comenzaba a sentir la falta de aire.
Tenía que haber una forma, pensaba ella mientras veía como Aki no podía hacer más que esquivar los movimientos de algo que, por más que intentaba no podía tocar, ¿pero cómo lo haría? Las sombras no eran más que...ausencia de luz.
Aiyana comenzó a forcejear cuanto pudo, movió su cabeza y extremidades con desesperación hasta que logró que sus sombra la envolviera aún más para sostenerla. Las katanas, que habían caído de sus manos cuando la sombra le atravesó, aún se encontraban en el suelo debido a que no tenía fuerzas para devolverlas, pero ya no necesitaba sus fuerzas, ahora estaba casi por completo cubierta en la oscuridad de su sombra, ella ya no controlaba las katanas, solo tuvo que abrir la palma de la mano y ahí estuvieron.
El demonio al que se enfrentaba pareció entender lo que hacía al momento pues puso más fuerza en su agarre haciéndole daño, pero así tan rápido como lo sintió el dolor se desvaneció, no por el demonio de la oscuridad, no, lo que sintió que paró aquello fue la presencia del de las deudas. Pero no tuvo tiempo para detenerse a pensar porque si la protegía de aquel daño y no del resto puesto que entonces el demonio de la oscuridad atacó.
Una de las katanas rasgó todo alrededor liberándola, la sombra se distorcionó hasta que ninguna de sus extremidades fueron reconocibles y el demonio en la pared soltó un alarido violento.En cuanto lazó el ataque Aiyana estuvo de nuevo expuesta a la luz y el demonio de la oscuridad perdió control, las katanas comenzaron a lastimarle las manos y ella apenas pudo mantenerse de pie el tiempo suficiente para lanzarle una al demonio.
En cuanto el arma tocó la piel que aún se encontraba unida a la pared, la luz perdió fuerza y le permitió a Aki liberarse del agarre de su sombra, éste inmediatamente corrió hasta Aiyana impidiendo que ella acabara en el suelo.Aki la sostuvo en su regaso y presionó la herida causándole aún más dolor, por lo que ella soltó un pequeño gemido. No podía recordar la última vez que había sentido dolor físico, quizá cuando era niña y se caía raspandose las rodillas...Tenía una sensación de pesadez en el cuerpo lo cual le pareció contradictorio considerando la cantidad de sangre que estaba perdiendo.
Sabía que la herida era grave, y no solo por como se sentía, sino por el rostro de Aki, nunca lo había visto con esa expresión, parecía asustado al ver el pequeño charco de sangre que comenzaba a formarse a su alrededor. Asustado, con miedo a que muriera. Creía que él le había temido a ella desde que supo sobre los contratos que tenía, creía que había visto ya su miedo, pero al parecer no tenía ni idea.—Te voy a sacar de aquí— aseguró viendo su alrededor.
Supuso que estaba buscando la mejor forma de hacerlo. El demonio en la pared apenas había sido herido hacia menos de un minuto, pero la luz comenzaba a regresar al parecer confirmando su recuperación y una sombra estaba cerca de él protegiéndolo la cual aunque era tenue no dejaba de ser peligrosa mientras blandía la katana, pues se trataba de la sombra de Aki.
La puerta estaba hasta el otro extremo de la habitación y Aki tendría que llevarla a ella y a Denji fuera...pero por lo que Aiyana sabía la luz también llegaba a los pisas de arriba ¿qué no había visto su sombra antes de bajar? Tendrían que encargarse del demonio antes pues debían salir de la habitación, subir los escalones y después salir al exterior, y no podrían hacerlo con las sombras siguiéndole.
Aki pareció llegar a la misma conclusión porque su mandíbula se apretó mientras buscaba una solución. Y entonces volteó a ver a Denji. Por supuesto, sus contratos no les habían servido, y al demonio pareció asustarle su presencia por una razón.
Pero Denji...aún parecía estar inconsciente, aún cuando su herida en el pecho ya desaparecía. Quizá hubiera llegado incluso a ser mortal la herida si hubiera tocado su corazón, pero solo había alcanzado a rasgar la piel, aunque con las katanas de ella había sido suficiente para dejarlo fuera de combate por el momento, así que no era opción.Los ojos de Aiyana comenzaban a cerrarse viendo al inbrido inconsciente en el que Aki parecía estar guardando su confianza para salir de ahí.
Las manos ya cubiertas en sangre de su compañero la tomaron de la barbilla y la hicieron regresar su atención a él.—Yo lo herí— le dijo ella aún cuando su voz apenas era audible—, Makima no estará feliz.
—Nos preocuparemos por eso cuando estemos a salvo— dicho estoy comenzó a levantarse llevándola en brazos y se acercó hasta Denji con cautela, parecía no querer hacer movimientos bruscos, aunque Aiyana no supo si era para no alertar al demonio o porque temía lastimarla a ella.
—Hace un rato, dije que no quería dejar de ser una devilhunter— comenzó a decirle mientras Aki la dejaba de nuevo en el suelo y le colocaba la chaqueta de su uniforme en la herida, la cual de inmediato se comenzó a empapar de sangre— pero...
—No voy a dejar que...— comenzó a decir él.
Pero ella a su vez también lo interrumpió pues sabía que tiempo era con lo último con lo que estaba contando en ese momento, y necesitaba decirlo.
—...lo que quise decir, es que no quiero dejar de ser tu compañera, Aki, no quiero alejarme de ti...Aún con su mirada de preocupación, Aki sonrió, abrió la boca para responder pero la luz se intensificó y lo regresó a su estado de alerta.
Los ojos de ella comenzaron a cerrarse.—Mantente consiente— le ordenó Aki con urgencia— y presiona la herida.— Después le dió un pequeño beso en la parte superior de la cabeza y pasó su atención a Denji.
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EFÍMERO | AKI Y TÚ
FanficAki Hayakawa planeaba seguir con lo poco que le quedaba de vida como lo había hecho hasta el momento: buscando matar al demonio pistola. La muerte de Himeno no había cambiado eso, al contrario, solo le había dado más ira. Y entonces, una chica...