Capítulo 1

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Megan disfrutaba los atardeceres tranquilos y pacíficos en las gradas de su universidad. Decía que desde el punto más alto observaba a las personas como eran realmente, salvajes, impuras o extremadamente santas por dentro.

La misma llevaba consigo el pensamiento ideal de que todos pese a nuestras apariencias llevamos a un ser muy salvaje dentro de nosotros y otros simplemente lo demostraban dejándolo ser. De vez en cuando bajaba la mirada a su libro de redacción aprovechando el momento a solas que tenía.

—Megan.—Llamaron sus amigas al unísono. Las tres llamadas Karina, Ryu-Jin y Rosé, unas chicas carismáticas y un tanto rebeldes para lo diferentes que son a Megan.

Megan no dudó en sonreír en respuesta, alzando su mirada recibiéndoles con un beso en su mejilla a cada una luego de que las mencionadas se acercaran. Todas estudiaban literatura, excepto Rosé, la rubia le apasionaba la música así su riendo ha sido ese. 

Conoció a la rubia a través de su amiga Karina, quien vivía de fiesta en fiesta cada que podía y sino, buscaba la forma. Siempre había una en el grupo que era alocada y fiestera pero con gran corazón y otra que en este caso es Ryu-Jin se dejaba influenciar de Karina. Pese a que Rosé es de la misma facultad nunca se toparon hasta un día en una fiesta y al día siguiente ya era parte del grupo.

—Deberíamos conseguir pase para la fiesta de Lion del próximo sábado ¿Qué dicen?—Preguntó Karina, esperando que las demás se uniesen a ella.

—No lo sé, el profesor asignó unas partiduras  que no entiendo.—Se quejó Rosé recostando su cabeza en su bolsa que dejó a una grada más.

—Invitaré a Alex para que se una.—Dijo Ryu-Jin concentrada en su teléfono, al parecer no dudó en decirle. Alex es un chico de la facultad de derecho, guapo y todo un galán, pero machista como el solo, así que, queda totalmente descartado en la lista de pretendientes de Megan, pero su amiga insiste en que es un excelente partido.

—¿Tú?—Señaló Karina a la pelinegra.

—Sabes bien que odio las multitudes, eso no es lo mío.—Demandó Megan, pues la pelinegra de ojos cafés prefería los lugares lleno de tranquilidad sin que nadie le molestara, excepto sus ruidosas amigas.

—Dale, Megan. Que no puedes pasarte el fin de semana completo en el campus, joder.—Insistió Karina.

—He dicho que no, Karina.—Megan alzó la mirada un tanto cansada de la situación.

Karina volteó los ojos, resoplando.

—A este paso, te vas a quedar más virgen y sola por tu maldita actitud.—Se levantó Karina con enojo tomando su bolsa dispuesta a alejarse del grupo.

En algo tiene razón. Una chica de 22 años, aún virgen... sin dar si quiera su primer beso y mucho menos sin experiencias en el amor, pensó.

La única experiencia sexual que tenía Megan eran los libros eróticos que leía en Wattpad y en romance igual. La misma podría aconsejarte fácilmente pero no bajo lo que ha vivido.

Su sueño era algo bobo, soñaba con un novio maravilloso pero tampoco tan estereotipado, quizás uno normal estaría bien, romántico, apasionado y con visiones.

La pelinegra se preguntaba todos los días de su vida, cuando un hombre de esos llegaría a su vida para conquistarla sin tener que pensar antes en el sexo. 

Ella es una mujer muy sana para este mundo lleno de personas frívolas.

 —Hey, hey.—Intervino Rosé. —Tampoco te pongas así, Karina. Si Megan no quiere unirse no la obligues ¿bien?

illegal | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora