Capítulo 3

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—Ya, pero en serio. Debes de salir y conocer más lugares.—Insistió Karina.

A Megan le sorprendía sus habilidades para hablarle luego como si nada.

—No puedes permanecer en un solo lugar  esperando que tu vida pase.—Continuó.

—En realidad, Karina tiene razón.—Megan volteó a mirar a su amiga la rubia con desconcierto.

—Cierta parte si es así, no tiene nada de malo que seas hogareña y disfrutes más así que el salir de casa. Pero el conocer, es mucho más que el solo pensar.—Dijo Ryu-Jin esta vez y vaya que era la primera vez que estaba diciendo algo coherente de no ser que hable de sus ligues del teléfono.

—Gracias, pero, prefiero seguir así.—Las esperanzas de todas las mujeres en el sitio se fueron al suelo en cuanto Megan les dió tal respuesta luego de casi media hora de intentos de concientizarla para que explore más su vida juvenil y después no se arrepienta.—Mañana me iré a Corea.

—¿¡Corea?!—Gritó exaltada Rosé.

—¿Qué? Pero... ¿Del sur, cierto?—Preguntó algo temerosa Ryu-Jin.

—Que no sea del norte no significa que sea un país menos o más, Corea del sur también tiene sus desventajas.—Argumentó Megan.

Y ciertamente estaba en lo correcto.

—Tengo mucho que no viajo a mi país natal, pero si sé una cosa y es que, de noche es preferible no andar sola. Y si te hospedas en un lugar debes de estar cerca de una estación para facilitar tu llegada e ida.—Demandó Karina.

—Tienes razón.—Afirmó Ryu-Jin.—La familia de mis padres viven allá y siguen siendo muy conservadores, de hecho, mis padres también lo son por su crianza. 

—Y tampoco quita el hecho de que cada país es una joyita.—Asintió Rosé mientras hablaba.

—Te deseamos un buen viaje, Megan.—Sonrió la rubia.

Otra vez, aquel silencio.

—Bueno, ya es tarde es momento de irnos.—Karina jugueteó con sus pies y se levantó seguido de las demás despidiéndose en la puerta.

—¡Fighthing!—Animó Rosé antes de irse.

...

Desde que el reloj marcó las tres de la mañana, Megan se despertó para irse al aeropuerto. Por supuesto, antes de irse a la cama preparó todo lo que necesitaría para su viaje con destino al continente Asiático.

Lista para marcharse, tomó un buen sorbo de su tasa de café y bebió de ella, finalizando el desearse un buen día y un buen viaje por supuesto. El guardia del edificio le ayudó con las maletas y le encaminó hasta que encontrase un taxi.

Al encontrarlo, se despidió de forma educada del señor deseándole que tuviese un feliz verano.

—No sé lo que me puede esperar en Corea a sinceridad. —Intentando ser optimista movía su cabeza de lado a lado para dejar ir tales pensamientos y lo dicho hace unos segundos.

—Disculpe, irá a Corea? —Preguntó el señor de mediana edad que conducía hacia el lugar citado por Megan anteriormente.

Megan asintió y le miró con algo de confusión. Pues, siempre se encontraba con señores raros así que más raro no le podría parecer que él pueda ser igual.

—Me han dicho que su cultura es complicada, ¿eso es cierto? —Megan asintió vagamente y él solo lo tomó como que la menor no quisiese hablar con el hombre, por lo que los siguientes minutos del viaje fueron en silencio.

illegal | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora