Capítulo 6

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Para JungKook el llegar a su pequeño departamento no había sido tan reconfortante. Quizás no contaba con todas las comodidades como se requería, pero al menos tenía un techo para él y su hermana de veinte años. Habían sido demasiadas experiencias vividas alrededor de su vida, mucho por pensar y analizar, más el encargarse de una nena de once años no es como si estuviese en sus planes, pero no le pesaba tampoco. 

La adoraba en demasía.

Pero, JungKook entonces tenía dieciocho años, realmente fue una etapa bastante difícil para él. En ocasiones se preguntaba cómo sus padres se la ingeniaban para mantener los gastos y sostener una casa más cuidarlos a ellos. Por la mente de JungKook pasaron muchas cosas y lo último que pensó fue en el amor.

Lo consideraba una pérdida de tiempo, adoraba el hecho de no tener que cargar con una tarea más, simplemente tenían sexo y listo. Pero no fue suficiente, con el tiempo consideró que nada lo hacía, necesitaba más.

Consideró la opción de buscar un trabajo para sostenerse, aunque fuese de medio tiempo y así poder alcanzar a terminar la secundaria. Sin embargo, los pocos que encontraba estaban ocupados, no tenían vacantes o eran de tiempo completo. Inició con aquello, pero descubrió que no le alcanzaba, así que terminó trabajando en el Strife Anger.

Su primera suma fue cerca de unos doscientos dólares, un milagro caído del cielo. Las preocupaciones como el pagar la deuda de la luz o el arreglar el grifo se acabaron. Con el tiempo, sus ganas de tener más dinero aumentaron, no solo por él si no por su pequeña hermana quien iba cambiando de ser una nena a una adolescente. 

Se convirtieron en momentos algo complicados, jamás imaginó que controlar a una adolescente sería tan agotador, más cuando los pretendientes idiotas comenzaban a acercarse.

JungKook detestaba que se le acercaran a Nara porque sabían perfectamente lo que ellos querían de ella, más sabiendo que la menor, quien ya era adulta en plenos años de juventud, era el centro de atracción en la zona baja donde residían. Así que siempre la llevaba a la escuela, nunca la dejaría de ver como tal, como su hermana menor. Mucho menos podría evitar llevarse la mano al pecho al recordarse que Nara estaba a punto de graduarse. JungKook encendió las luces, pues le parecía extraño que su hermana no estuviese en la sala viendo alguno de sus programas favoritos. Últimamente estaba loca por un tal Dex de Cielo para dos, nunca entendía el por qué a las chicas les gustaba, pero aun así adoraba ver la imagen de su hermana divirtiéndose o riendo.

Se olvidó de él con tal de hacerle feliz a ella, se volvió su mayor pasatiempo y aquello le conformaba. Total, chicas siempre habría por demás ¿No? 

Sacó su celular del bolsillo, dispuesto a localizar a su hermana. Eran las una de la mañana y la menor no se dignaba a llegar a su hogar. Marcó el número uno, pero nada de contestar.

Aquello hizo resoplar a Jeon y pasar su mano por su frente desesperado.

"Su llamada no ha sido contestada, por favor, espere más tarde o llame de nuevo."

Solo le enojó aún más, resignado dejó su bolsa en el pequeño sofá y fue directo a la cocina en busca de una cerveza en el refrigerador volviendo a la sala y sentándose en aquel sillón viejo. El repentino sonido lo puso en estado de alerta, cayendo en cuenta que la pata que había arreglado la semana pasada se había roto nuevamente. 

—Mierda.—Quejó, gruñendo entre dientes. Dejó la lata en una pequeña mesa enfrente de la televisión, aunque pareciese que había pasado por toda una guerra y volvió, aún funcionaba, o al menos encendía con unos golpes. JungKook quitó su camiseta y buscó una de sus herramientas para poder solucionarlo.

illegal | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora