Capítulo 7

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Ya era de mañana y el olor a huevos fritos y tocino se podía notar hasta unas cuadras por lo menos. JungKook esa mañana decidió levantarse más temprano de lo normal para alcanzar a prepararle el desayuno a su hermana menor.

Sabía que después de todo, el tal JiMin le gustaba, ese era el efecto JiMin en las chicas. Quizás y solo quizás no fue la manera correcta de dirigirse al chico que le gustaba, lo habría pensado mejor si el mismo tuviese una chica a la cual proteger con uñas y dientes, pero no era así.

Una vez terminó, colocó todo en la mesa, incluyendo platos, vasos, tenedores y demás. Luego de estar conforme con el resultado quitó el delantal y lo dobló. Aunque su casa no se encuentre en las mejores condiciones, JungKook siempre era de lo más ordenado, le encantaba aquello. Esperó algo impaciente a su hermana sentado en la mesa. Pensaba que el tocar su puerta solo calentaría aún más las cosas, así que solo decidió esperar.

El chirrido de la puerta hizo que el levantara su cabeza con desespero, viéndole allí luciendo su uniforme. Al menos, el uniforme permanecía en buenas condiciones al igual que esos pares de zapatos que siempre se encontraban en la puerta a la hora de cuando debía retirarse a la escuela.

—Nara.—JungKook se levantó de la silla algo torpe, ni el mismo sabía lo que estaba haciendo, lo que sí le importaba era estar bien con su hermana pese a todo.—

La menor solo caminó hasta la mesa, sorprendida por lo que su hermano preparó. Pues, los ingredientes como el tocino muy rara vez se compraba en casa por lo costoso que era. Pero cada que lo hacía es porque sabía que a ella le gustaba mucho.

Eso le apenaba bastante y recordó todas las groserías que le dijo a noche.

—Oppa, lo siento.— Se dirigió hasta él y le abrazó repentinamente. Le sorprendió a su hermano, pues esperaba algún tipo de reproche.

Este sonrió y le abrazó con algo de fuerza sin lastimarle, besando su cabeza.

—Pero...—Esta elevó su cabeza para mirarle mejor. A lo que JungKook le miró esperando que continuase.—Tampoco es como si me agradase que llegaras todas las noches agolpeado, Oppa.

Sus palabras lograron que JungKook se tensara, recordando el peso que cargaba sobre sus hombros. El luchar y entrenar todos los días como un animal se volvió un hábito, también el mentirle a su hermana acerca de su trabajo. No le agradaba la idea, pensaba que no es como si fuese mala idea.

Después de todo, gracias a las peleas tenían que comer sin tener que trabajar fijamente y ganar menos. 

—Oh eso...—JungKook rascó su nuca con algo de incomodidad sin saber que decirle a su hermana menor. 

Supo que se le agotaron todas las mentiras, como el llegar tarde.

—¿Acaso te acosan los mismos de la otra vez?—Su rostro de preocupación le causó ternura a JungKook.

Cierto, una vez JungKook le comentó a su hermana que un día lo acosaron a fuera del trabajo. No tuvo de otra, cuando en ese momento llegó adolorido y molido a golpes luego de una gran pelea y una bolsa llena de wones que al siguiente día fueron llevados a su cuenta de ahorros y la mitad pagada en los escolares de su hermana y gastos del hogar.

A JungKook no le quedó más que asentir y cambiar de tema.




...

Luego de haber pasado un gran momento de hermanos, la hora había llegado y Nara debía ir a la escuela y JungKook debía ir a entrenar, por supuesto.

illegal | JJK.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora