Capítulo 12

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Ryoga miraba la puerta en silencio. No procesaba lo que sucedió momentos atrás.

Perdió las fuerzas en su cuerpo y simplemente se encontraba en el piso, sentado.

No era posible.

Trataba de entender, pero su mente se encontraba en otro lado. Enfocado en una frase.

<<Yo estoy enamorado de ti>>

¿Cómo es que sucedió eso? ¿En qué momento?

Si pensaba las cosas con cuidado, ese era el principal motivo por el cual Ranma se alejó de su lado. Y a pesar de que la confesión podría ser perfectamente rechazada, él no quería hacerlo.

—Pero ya lo hiciste inconscientemente, estúpido. —se dijo a sí mismo. Estaba arrepentido.

Era obvio, le siguió el beso sin problema cuando otra persona hubiera reaccionado diferente.

Si, era un idiota. Dijo todo eso porque tenía miedo de que por algo del momento, tendría que alejarse del chico.

Algo del corazón.

A partir de ahora no lo volvería a ver de todas maneras, pero no tenía que acabar así.

Debía hablar con Ranma.

Se levantó y abrió la puerta para ir detrás del chico, aunque había perdido tiempo pensando.

Se encontró con la lluvia ni bien intentó poner un pie fuera de su hogar. Un gran impedimento para hacer lo que deseaba.

No podía deberse por algo así, agarró un paraguas que solía acompañarlo en sus viajes y salió. Solo que olvidó otro detalle, su mala orientación.

Ryoga tenía la esperanza de llegar a la casa Tendo, Ranma siempre lo llevaba por el mismo camino cuando regresaba de sus citas con Akane y lo iba a dejar en su casa. No tenía que ser diferente si iba en otra dirección.

Caminaba rápido, pero con cuidado. Lo que menos deseaba era mojarse y convertirse en un cerdo negro en medio de la nada.

No había más seguridad de que si se perdía estaría de vuelta en su hogar ese mismo día. Estaba arriesgándose.

Para estos instantes, Ranma debería ya encontrarse en el dojo. Tenía la esperanza de que no porque llegar a ese lugar y decir en frente de todo el mundo que deseaba hablar con él chico sería extraño.

Incómodo, muy incómodo.

Aceleró su paso, esperaba llegar antes.

Después de algunos minutos más, se encontró frente a la puerta de los Tendo y no tenía idea si Ranma ya se encontraba adentro. La única manera era preguntar por él o espiar por la ventanas.

Antes de tomar una decisión, vio cómo alguien se acercaba rápido por un lado de la calle. Pudo distinguir quién era cuando notó el cabello rojizo tan característico de la forma femenina de Ranma. Aquel color que era distintivo de ella.

Por la lluvia se encontraba plenamente empapada, si tomaba en cuenta que él llegó más antes significaba que estuvo paseando sin importarle su salud. Caminó hacia ella, quien se paralizó cuando se dio cuenta que Ryoga estaba ahí.

—¿Qué haces aquí? —le preguntó confundida ante la presencia del contrario. —Creo que deje las cosas en claro.

—¡No! Ahora yo soy el que va a hablar. —replicó Ryoga, pero le preocupaba que siguieran bajo las gotas de agua que caían con mucha más frecuencia.

¿Qué nombre podría darle a ese sentimiento?

—Ven aquí. —la llamó. Deseaba jalarla de sus manos, pero Ranma se alejó más. —No quiero que te mojes más. ¡Deja de ser terco!

—¡Esto no es lo que me interesa! —gritó la chica. —Di lo que tengas que decir y déjame en paz.

Ryoga respiró profundamente.

—Todo este tiempo he ocultado demasiadas cosas. Creo que tenía miedo de aceptarlo porque implica demasiado. Me he metido este tiempo fingiendo que no me afectó tu repentino alejamiento o de todas las veces que pensaba en ti de una forma que va más allá de una simple amistad. —Dio unos pequeños pasos para acercarse a Ranma. —Parece que es imposible conectar con alguien al cien por ciento, pero contigo las cosas siempre han sido diferentes.

La chica estaba con los brazos cruzados en su pecho y el ceño fruncido, aún así la expresión solo demostraba tristeza.

—Cuando dije que no me gustabas estaba mintiendo, no quería que te volvieras a ir e inventé alguna excusa. —continuó, estaba a punto de suplicar de rodillas. —En este pequeño lapso de tiempo que pasó, me tomé el tiempo de pensar en lo que siento, en ti y en mi. En lo que puede ser nuestra relación si es que me arriesgo.

Por fin, se encontraban los dos debajo del paraguas. Aunque de todas maneras Ranma estaba más que empapada.

—Es extraño porque creo que siento algo por ti, creo que estoy enamorado de ti y tal vez no sea algo fácil de aceptar porque lo enge hace rato. Aun así yo quiero int-

Fue interrumpido por los brazos de la chica que se envolvieron alrededor de su cuerpo, estaba helada pero se sintió como lo mejor del mundo. Valía la pena dejar los miedos de lado por algo así.

Cuando se miraron, el beso que sucedió a continuación era lo que debía suceder. Sus labios se encontraron y estaban conscientes esta vez, el beso era la muestra de que, lo que sea que sientan en ese instante, valía la pena seguir adelante.

Ryoga soltó el paraguas inevitablemente y lo que todos sabían que sucedería, pasó.

Un pequeño cerdito negro terminó en las brazos de Ranma, quien se río ante la estupidez de ma situación.

—Me gustas aunque seas un idiota. —le dijo con una gran sonrisa.

Hais. Actualicé mientras estoy en el colegio jajajajaja

Pues ya mismo acabámos con esta historia unu

Vorágine - Ranma y RyogaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora