En la casa de los Tendo había alboroto a cada segundo. Todos se encargaban de los preparativos en los tiempos libres que tenían. Organizaban prendas, adornos, invitados, recepción, comida, etc.
Eran demasiadas cosas que Soun y Genma deseaban realizar para el poco tiempo que tenían. Aun así deseaban lo "mejor" para sus hijos, supuestamente. Cada día se transformaba en un martirio por la organización y repasos que tanto Ranma como Akane tenían.
No era satisfactorio para el chico, con obvias razones por lo que en el tiempo libre que tenía se escapaba, con las precauciones debidas para evitar más conflictos con su padre que estaba encima de él más de lo acostumbrado.
No era divertido, para nada.
Hoy era uno de esos días en los que escapaba de su casa, digamos que le habían permitido tener un fin de semana de descanso. Obviamente lo aprovecharía para visitar a Ryoga, estaba con algo en mente desde hace tiempo.
En realidad, no había pasado más de tres semanas desde la vez en la que aclararon sus sentimientos bajo la lluvia. Algo demasiado cliché y que no combinaba con sus personalidades.
Cada vez que se encontraban todo iba en aumento, las conversaciones, las bromas, los toques y besos.
Por eso tenía una idea de lo que, tal vez, podría llegar a realizar estos días. Estaba a punto de salir cuando fue interrumpido por Nabiki.
En esa casa siempre tenía que suceder algo extraño. Algo que terminaba con su paz y paciencia. Suficiente tenía con fingir que le encantaba la idea del matrimonio.
—¿Vas a salir? —dijo la chica jalando a Akane detrás suyo, quien estaba sonrojada a un nivel extremo.
La familia las siguió de igual manera por lo que todos estaban en la entrada de la casa de un momento a otro.
—Si, creo que es obvio. —trato de responder calmado y con una sonrisa al notar a su padre ahí. —Nos veremos después. —Se despidió.
—¡Espera! ¡Llévate a Akane contigo! —dijo la chica saliendo al igual que él y empujando a su hermana menor contra el cuerpo de Ranma, quien tuvo que sostenerla antes de que se estrellara contra el suelo de forma horrible.
Nabiki sonrió complacida y no espero alguna réplica del par cerrando la puerta rápido.
Los dos se quedaron mudos por un buen momento antes de empezar a caminar en silencio, siendo algo incómodo por la situación inicial.
—Perdón por interrumpir tus planes. —dijo Akane tímida. —Ibas a pasar con Ryoga ¿no es así?
—Ah, si. Creo que podrías acompañarme un poco para evitar preguntas más después.
—Claro, es lo mejor.
Siguieron con el recorrido y estaban a pasos de la casa de Ryoga cuando Akane se detuvo de repente, luciendo un poco tensa como si hubiera visto algo extraño y apresuradamente dijo:
—Me tengo que ir. Olvidé que tenía que hacer algo.
Se acercó al rostro de Ranma y plantó un beso en la mejilla del chico, sosteniéndolo con sus manos. Él solo pudo quedarse atónito ante esa acción, pero antes de decir algo más, Akane ya había salido corriendo del lugar.
Trato de no tomarle importancia, aunque la acción se mantuvo en su mente un rato.
Quiso seguir su camino, pero se encontró con Ryoga justo a unos metros de él.
¿Debía salir algo malo ese día?
...
Ranma no estaba seguro de si Ryoga vió la escena que protagonizó junto a Akane afuera, pero esperaba que no.
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Vorágine - Ranma y Ryoga
RomanceRanma desea romper su compromiso con Akane, pero necesita ayuda. ¿Qué mejor opción que su querido enemigo Ryoga para iniciar con su plan? Claro que los sentimientos se interponen en el camino de forma inesperada. - Los personajes no son míos, perte...