Ranma sabía que su padre podía llegar a ser demasiado explosivo, pero cuando estaba rodeado de otras personas disimulaba muy bien. Por lo tanto, esperaba encontrarse con él ni bien volviera al dojo y así pasó.
—¿Dónde se supone que te metiste? —le preguntó en tono bajo al abrirle la puerta.
Ranma quiso contestar con una verdad a medias solo que fue interrumpido por el amigo de su padre.
—Ranma, me alegro que ya hayas llegado. —se acercó al chico y lo agarró del brazo, casi jalandolo, dentro de la casa. —Tengo que hablar contigo de algo así que toma asiento mientras llamó a mi hija.
Saotome no entendía nada de lo que sucedía así que decidió esperar un momento para poner en marcha su huida.
Después de unos minutos se encontraban todos reunidos en la sala siendo casi el mismo escenario de cuando les dijeron sobre la fecha de su boda.
—Chicos... Me he dado cuenta de que todos los hemos tenido ocupados con todos los preparativos de su boda y celebraciones futuras. —dijo Soun con su tono calmado y característico de él. —Así que he tomado la decisión de que deberían tomarse un descanso por ahora. Así que si desean hacer algo pueden decirlo con toda confianza.
Ranma no podía creer lo que escuchaba.
¿De repente todos los dioses del mundo se pusieron a su favor?
Vaya... ni siquiera tuvo que pedírselo.
—En realidad.. —dijo llamando la atención de todos. —Justo pensaba si es posible que fuera de viaje por una o dos semanas.
—¡No, no puedes! —exclamó Genma de repente asustándolo por la acción tan repentina de su padre. Era de esperarse. —Es peligroso, te puedes perder. Si quieres irte, voy contigo.
No podía decirle que iba a viajar con Ryoga porque eso metería al chico en el problema. Era mejor que piensen que quiere ir solo.
—Genma.. Ranma es lo suficientemente grande como para hacerse cargo de sí mismo. —intervino Soun a favor del chico.
—Si, papá. —respondió el chico en el pequeño acto de valentía que surgió al ver que no estaba del todo solo en ese instante. —Conozco los bosques y poblados de muchos sectores a los que me llevaste cuando era niño, no me perderé.
El señor Saotome no dijo nada, pero su mirada parecía que estaba a punto de traspasarlo.
—De mi parte, no tengo problema que vayas. —dijo Tendo en un intento de cubrir la posible discusión que surgiría. —Claro que no puede ser mucho tiempo.
—Entiendo. De eso no debe preocuparse.
—¡Muy bien! —sacudió sus manos y ahora se dirigió a su hija. —¿Tu has pensado en algo querida?
—No, uhm, yo no he pensado en nada papá. —dijo Akane mientras trataba de idear algo que le gustaría hacer para relajarse, pero nada venía a su cabeza en ese instante por lo que continuó: —Te lo diré después, no te preocupes.
Soun asintió contento y dio finalizada la reunión diciéndole a Ranma antes de salir que no tiene problema en que salga lo más pronto posible ya que implicaría en un regreso cercano. El chico aceptó contento y se dirigió a su habitación para arreglar las cosas que llevaría.
—¿Qué rayos estás haciendo? —preguntó su padre detrás de él.
—Preparo mis maletas, padre. Creo que es algo obvio. —contestó tragándose toda la frustración que implicaba hablar con él incluso si implica un pequeño intercambio de palabras.
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Vorágine - Ranma y Ryoga
RomanceRanma desea romper su compromiso con Akane, pero necesita ayuda. ¿Qué mejor opción que su querido enemigo Ryoga para iniciar con su plan? Claro que los sentimientos se interponen en el camino de forma inesperada. - Los personajes no son míos, perte...