La tensión en el ambiente luego de que ambos hombres se llamaran por sus nombres de pila, era como... si se pudiera cortar con un cuchillo, demasiada tensión, Megumi desvía la mirada y decide toser para interrumpir el incómodo silencio logrando sacar a los adultos de su burbuja, no sólo lo hizo por la incomodidad, también fue porque notó el rostro nervioso en Yuuji, el pequeño pelirosa no sabía que hacer, y es que la mirada de Satoru en ese momento fue intimidante.
-Suguru ¿como te ha ido? -el albino deja salir el aire que llevaba acumulado, le sorprendió bastante volver a verlo- han pasado...
-Ocho años, si, y me ha ido muy bien -responde en tono cortante caminando hacia Yuuji de manera protectora- ¿que hay de ti? -muerde su mejilla interna evitando su mirada, no quería seguirle la plática pero la curiosidad le surgió.
-Uno que otro trabajo, sigo cuidando de Megumi, terminé mi carrera -camina hasta el azabache menor y lo despeina.
-Por favor, no me digas que eran novios -los interrumpe Megumi escuchando la risa de Suguru.
-Algo así -responde el azabache- salimos cuando estábamos en el último año de escuela, aunque más parecía que yo era él único en una relación.
-¿Él único? ¿Bromeas? Yo te apoyé en tus decisiones, cuando tu familia te dio la espalda ¿y que hiciste? -Satoru estaba con el ceño fruncido, para nada le gustó el comentario que soltó su ex- oh ya recuerdo, me terminaste en el estacionamiento de un KFC ¿quien hace eso?
-Osea que yo estaba loco, ¡Ja! Utahime me dijo de la aventura que tuviste con esa secretaria -al ver el rostro del albino sabe que no es mentira- rata traidora.
-Un momento, a ver si entendí -los interrumpe Yuuji hablando por primera vez desde que entró a la casa- ustedes son... ex novios -los adultos asienten- el señor... Satoru te engañó.
-¿Señor? Tengo 27, estoy en la flor de mi juventud, mocoso -le corrige el albino.
-Si claro, usted lo engañó, pero se hace la víctima, ¿no es muy infantil de su parte? -fija su mirada en Satoru el cual siente un escalofrío.
-Si lo es, pero no lo va a admitir -responde Megumi- no puedo creer que por fin conozco a quien le destrozó el corazón al mujeriego Satoru, debiste verlo, cada vez que venía a cuidarme, se comía 4 cubetas de helado y miraba "Orgullo y Prejuicio".
-Oye, eso es privado -le reclama el albino con el rostro rojo.
-Y esto es inútil -agrega Suguru quien se agacha para entregarle una cajita con las galletas- Yuuji, tesoro, vendré por ti a las 8 ¿si? -el menor asiente alegre y lo abraza- mantente alejado de ese lunático -señala a su ex el cual rueda los ojos.
-No te preocupes Suguru, te llamaré para avisarte -Yuuji toma la caja entre sus manos y es guiado por Megumi hacia la sala- ¿y si hacemos un volcán de lava?
-Me gusta la idea -opina algo animado el menor Fushiguro.
Por otra parte, Suguru deja la mochila del pequeño en el perchero y se da la vuelta para irse.
-Oye, espera, Suguru -el albino camina detrás suyo dejando la puerta abierta ya que, si se queda afuera, es muy probable que Megumi no le abra la puerta.
-¿Que es lo que quieres? Tengo prisa -se detiene en el pórtico sin voltear.
-Eso es mentira, lo dices para que no te hable-.
-Solo di lo que tengas que decir para olvidarme de este encuentro y seguir mi vida -el azabache sigue sin verlo, no quería.
-Yo... Suguru... yo... -y aún así luego de ocho años, Satoru no puede soltar aquellas palabras que tanto quiso decirle desde que terminaron aquel día, siente un hueco en el pecho, su garganta se cierra y el aire empieza a faltarle- yo... lo...
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Cupids (FushiIta) (SatoSugu)
HumorSi a Toji Fushiguro le hubieran dicho que en el futuro el menor de sus hijos se iba a enamorar del hijo del hombre que le rompió el corazón en la secundaria... ¿o fue al revés? el punto es... que Toji habría movido cielo, mar y tierra, incluso se ha...