capitulo 17

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Sparta se encontraba en su casa sentado en su cama. Tocaba su brazo haciendo un poco de presión con su dedo. Podía sentir la presión, pero nada más. Se pellizcó queriendo saber si podía sentir el dolor, pero nada

Sparta: {¿Nada? Mm... ¿Por qué pude sentir el cansancio y el dolor no? Aunque si fue algo raro, se sintió como calor y presión. Nunca antes lo había sentido... ¿Seré capaz de sentir como alguien normal? Ojalá estuvieras aquí... Te extraño}

Dejó de tocar su brazo y luego dirigió su vista al techo, cerró los ojos y luego recordó.

Cuando era niño corría por el gran jardín trasero de la casa. Ahí habían flores, árboles, paz y tranquilidad. De tanto correr se calló provocando que se echara a llorar, pero alguien le extendió la mano

Abuelo: Ya mi pequeño. Vamos, ven conmigo

El pequeño Sparta de ocho años se levantó con ayuda de su abuelo. Caminaron un rato por el jardín

Abuelo: Ten más cuidado y ve por dónde andas ¿Sí?

Sparta: E-Es que soy muy distraído... No soy bueno para nada

Abuelo: No digas eso. Claro que eres bueno para muchas cosas

Sparta: Cometo demasiado errores

Abuelo: Claro que los cometes. Nadie es perfecto. Todos hemos cometido errores en algún momento, pero ¿Sabes algo? Los errores nos ayudan a ser mejores

Sparta: ¿Mejores?

Abuelo: Claro que sí. Así que no le tengas miedo a fracasar al intentarlo porque lo peor que puede pasar al intentar es que lo logres

Sparta: ¿Cómo lograrlo puede ser lo peor que puede pasa?

Abuelo: Porque no lo has logrado y si fracasas es no lograrlo así que eso ya lo hiciste

Sparta: Entiendo

Sonrió asintiendo alegre

Abuelo: Nunca lo olvides. Los errores te hacen mejor

Sparta abrió los ojos de golpe

Sparta: {G-Gracias abuelo}

Sus ojos se llenaron de lágrimas de felicidad. Había obtenido una revelación. Suspiró y luego salió al jardín trasero, paseó por un sendero hasta llegar a un campo de tiro con arco. Buscó el lugar en donde guardaban los arcos y las flechas. Tomó un arco y un puño de flechas, se dirigió al lugar de tiro y respiró el aire puro de la tarde. Elevó el arco, posicionó la flecha. Inhaló

{//Recuerdo

Su abuelo le arregló la pose del arco

Abuelo: Concéntrate... y... dispara

_ }

Así cómo lo recordó, disparó la flecha y dio en el blanco. Sparta Al ver eso sonrió y miró arriba

Sparta: Lo hice

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Ya faltaba muy poco para la pelea, una semana. Los chicos habían estado entrenando cada vez más. Sparta entrenaba el doble. Habían ocasiones en las que entrenaba con Raptor. Cada día tenía un poco más de confianza en si mismo, más y más gracias a Raptor. Faltaban solamente unos días para la pelea.

Sparta miraba el suelo mientras caía desde un lugar muy alto. El cabello se le alborotaba, no sabía cómo fue que aceptó hacerlo. Podía ver a lo lejos una figura de un híbrido gato viendo hacia arriba y saludaba. Cada vez se acercaba más y más al suelo

Poder -(Spartor)-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora