Good Parents || ChanSoo [Terminada]

VI

El arte era algo que siempre le había llamado la atención, incluso cuando era un pequeño niño solía tomar la vieja guitarra de su padre y durar horas en el empolvado estudió solo acariciando sin sentido las desgastadas cuerdas. Cuando estuvo en la secundaria se inscribió a un club de dibujo y aunque no tenía demasiado talento disfruto en extremo cada una de las clases, los eventos multiculturales y las competencias contra otras escuelas.

Miró hacia todos lados con la boca abierta, sujetando su mano estaba Kyungsoo que solo sonreía al notar la felicidad de su esposo. Su tesoro.

Detrás de ellos Jongdae tenía los brazos cruzados, Lay arrastraba los pies tarareando una melodía junto a Sehun y Baekhyun estaba hablando en voz baja con Junmyeon sobre la composición estética del cuadro de Adolía.

—Mira eso cariño. —Señaló Chanyeol hacia un feo cuadro de arte moderno. —Es horriblemente encantador.

Kyungsoo ladeo la cabeza, entrecerró los ojos y a pesar de eso seguía sin encontrarle forma a lo que fuese que estuviera dibujado tras la interminable infinidad de líneas de colores.

—Lo siento bebe, no veo nada.

—¡Exacto!

Jongdae contuvo una risa al ver la cara desconcertada de su mamá, era demasiado divertido escuchar siempre los comentarios extraños con lo que salía su padre. Aunque ver a un hombre de 33 años dando brincos cada que ingresaban a una nueva sala no era demasiado genial a su imagen de chico adolescente de 17 años.

—Entiendo tú emoción Yeol, pero no vayas a romper algo. Si eso sucede no dudaré en dejarte empeñado y salir huyendo con los niños. —Chanyeol abrió los ojos, señalo a sus hijos y luego a sí mismo.

—¿Preferirás a esos mocosos ingratos antes que a mí? —Kyungsoo asintió. —¡Soy tú esposo! Voy a llorar, estoy sensible.

Baekhyun acarició el puente de su nariz, Lay solo decidió que era su momento de ir junto a Sehun a la exposición de arte contemporáneo pues nuevamente su papá iba a hacer algo que los volvería a llevar hasta la primera plana de la revista de chismes de la ciudad. Cómo la vez en la que le robo el ramo de flores a la alcaldesa el día de su boda o cuando discutió con un enjambre de abejas y terminó en el hospital pues era alérgico.

—Mi vida. Mi pequeño Yeol. Mi terrón de azúcar. Siempre te voy a preferir a ti, solo que ni vendiendo un riñón podríamos reponer algo de lo que está en este sitio. —Kyungsoo apachurro las mejillas de su esposo, usando esa voz dulce que pocas veces sus hijos escuchaban en público. Él sabía el verdadero motivo de los "berrinches" de Chanyeol, siempre sucedían cuando estaba demasiado estresado y ahora todo era motivado por los nervios de ser posiblemente despedido.

—¿Lo dices enserio? ¿Aunque me quede calvo?

Kyungsoo asintió con una sonrisa, (además era imposible que Chanyeol quedará pelón) él siempre estaría para calmar a Chanyeol y sabía que posiblemente sus hijos no comprendieran absolutamente todas las actitudes de ellos como padres, pero cada día era un reto. Cada día era una aventura que experimentaba con su esposo e hijos.

Con el paso de las horas cada pequeño Park se fue alejando quedándose en las salas de arte que más les llamaba la atención, mientras Chanyeol y Kyungsoo estaban sentados en la cafetería mirándose fijamente.

—Eres demasiado bonito. —Susurró Chanyeol, acercando su mano al rostro de su esposo para acariciar con ternura su nariz sus labios y mejillas.—Además tú piel es tan suave. Me encantas, amor.

Kyungsoo sonrió enternecido por las palabras de su esposo, Chanyeol era como un niño pequeño en muchos aspectos de la vida. Asombrado y feliz recorriendo los obstáculos de la vida, siempre demostrándole que de las pequeñas cosas se podía ser feliz. Pero en otro tantos era ese hombre serio que le lograba robar más de un suspiro.

—Eres demasiado para mí. —Respondió Kyungsoo, imitando las acciones del alto paseo su mano por la nariz, los labios y la mejilla de Chanyeol. —¿No te cansas de ser tan precioso? Mi amado Park Chanyeol, eres como la música para mi.

—¿Cómo la música? —Kyungsoo asintió con una hermosa sonrisa en forma de corazón.

—Hay una tonalidad distinta para cada momento de la vida, esta ahí para reconfortarte. No puedo vivir sin ti, eres mi luz. Santo cielo, si los niños escucharán las curcilerias que me provocas decir.

Chanyeol rompió la distancia entre él y Kyungsoo. Besó sus labios tiernamente, con su lengua delineó los carnosos belfos del menor y saboreo la dulzura en la saliva del bajito.

—Estamos en un museo, rodeados de mil cosas hermosas. —Chanyeol unió su frente a la de Kyungsoo mientras hablaba con voz ronca. — Y para mí, tú eres la obra de arte más perfecta que jamás hayan visto mis ojos. Te amo, siempre te amaré. Mi Soosie.

Kyungsoo rio, sus ojos cristalizados. No pudo evitar abrazar con necesidad a su amado gigante.

—Realmente, transpiras amor. Mi Yeol es tan perfecto.

Los pequeños Park miraban con una sonrisa como sus amorosos padres se abrazaban sin importarles las miradas curiosas. Efectivamente la mejor familia.