Junta de Socios

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Andrés se encontraba recostado sobre alguna superficie no muy dura, pero tampoco muy suave. Su cuerpo no sentía cambios en la temperatura ni en el aire porque, de hecho, se acababa de percatar que no había aire que respirar.

Abrió los ojos de par en par, exaltado ante tal hecho. Había dejado de respirar. Pero nada pasaba.

Mayor fue su sorpresa al darse cuenta que estaba en una sala totalmente blanca; una especie de vacío sin rastros de ninguna otra cosa aparte de él. Hasta donde alcanzaba la vista, todo estaba dominado por el tono blanco claro de las hojas de papel; extendiéndose de forma perfecta hasta el infinito.

- Je, parece la habitación de Matrix -dijo Andrés mientras daba pequeños golpecitos al suelo.

- Te dije que acertaría.

- Era una referencia fácil, no cuenta.

Tres sillones de cuero rojo se manifestaron delante de Andrés.

Los sillones parecían vacíos, sin embargo, en uno de los asientos se encontraba un pequeño punto negro moviéndose con gracia sobre un cojín.

- Hola Cariño -dijo Vin de forma coqueta colocándose unas gafas diminutas sobre sus 6 ojos-. Por fin nos encontramos.

- Vin es una araña preciosa -Pensaba Andrés mientras se acercaba a los sillones.

Los colores predominantes de Vin eran el blanco y el negro. Concretamente, y siendo biológicamente específicos: El opistosoma era de un blanco brillante, mientras que su cefalotórax era totalmente negro. Se repetía la misma combinación en las patas; un intenso negro en la mitad superior y un blanco brillante en las puntas de la mitad inferior. 

Los demás detalles sobre Vin eran simples, pero muy llamativos. Sus pedipalpos eran de un intenso color rojo, sus quelíceros tenían un tóxico tono purpura y su tamaño no era superior al de una araña de polvo. Algo destacable, aunque alejado de sus cualidades naturales, eran los lentes sobre sus ojos... eran lindos.

Probablemente todo aquello se debiese a la influencia de Venom.

- ¿Estamos en Matrix? -preguntó Andrés de forma divertida mientras se sentaba en el sillón.

Vin realizo un pequeño movimiento para ajustarse las gafas.

- Eres el elegido, Neo. El que traerá equilibrio al 2077.

- Si esto fuera una película tendríamos que hacer serios cambios visuales para evitar pagar esos permisos.

- Sep, pero para eso están las referencias.

Una masa negra llena de dientes cayó de ninguna parte directamente hacia el asiento vacío.

Aquella entidad era como una gran bola de serpientes, revolviéndose dentro de su mismo centro de gravedad. Cientos de dientes asomaban a la superficie, girando en espiral. Una especie de monstruo de cronenberg a mitad de camino entre "La Cosa" de Carpenter y un slime edgy de Dragon Quest.

- Bueno, estamos todos -Venom acomodó su peso en la silla extendiéndose por todo el asiento.

- Ahora tienes que elegir Neo -Vin alzó 2 de sus patas; cada una con una pastilla tan pequeña como una mota de polvo-. En mi pata derecha tienes la pastilla roja, por otro lado, a la izquierda, tienes la pastilla azul.

Andrés miró a Venom con confusión y Venom le devolvió la mirada desde sus inexistentes ojos. Posteriormente, ambos forzaron la vista intentando averiguar si de verdad Vin sostenía alguna clase de objeto o sencillamente les estaba vacilando.

En un gesto de hartazgo, tanto Venom como Andrés movieron sus sillones al frente del de Vin para poder ver a la araña con claridad. Venom no tenía ojos, es más, se trataba de un espacio imaginario creado por sus conexiones; no necesitaba acercarse. Pero, lo hizo para molestar a Vin y arruinarle un poco su pequeño numerito de Morfeo. 

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