Ok, Doc... Esa fue una historia muy triste -dijo Andrés sin saber muy bien cómo reaccionar a la información.
- Alguien podría hacer una película dramática con eso -comentó Vin, quién desde hace rato escuchaba atentamente al doctor.
- Nah, seria más bien un documental triste sobre un artista fracasado.
- Es la historia de mi vida chico -respondió Octavio, arropando a Angie en un sofá-. Por un momento creí que la habías matado.
- No es mi estilo. Después de escuchar toda la historia y que sigas vivo es mi mejor prueba de ello -Andrés convirtió sus dedos en cuchillas-. La pregunta es ¿Qué hare ahora contigo?
- Je ¿La policía? -río Octavio sentándose cerca de Angie.
- No le hables de policía a una víctima y menos a alguien cuyo existir sigue siendo irreconocible por la ley -Andrés replegó las garras-. No sé que voy a hacer contigo. Cuando venía para acá, me estaba convenciendo que todo sería fácil, que podría golpear a los culpables y ya. Pero me encuentro contigo, otro reflejo de los caminos de la vida.
- ¿Sabes cuál es el problema con tu vida? que cuando estabas apunto de caer cambiaste tu moral, pero no olvidaste tus raíces. Es una lastima -continuó Andrés-. Todos cambiamos por placeres que terminan tarde o temprano, todos queremos ser felices, pero nunca nos gustan los resultados.
- ¿Acaso te parece que yo elegí esto? -preguntó Octavio, notoriamente indignado.
- Siempre se puede elegir porque abandonar es una opción -respondió secamente Andrés-. Vivimos siempre de forma cobarde. Nunca asumiendo nuestras fallas y diciendo que el prójimo siempre es culpable. Pero al final, cambiar el mundo depende sólo y únicamente de nosotros, y no puedo velar por tu camino sin juzgar el que yo elegí porque... es fácil. Es fácil echarle la culpa al sistema o lo injusta que es la vida, y en ocasiones tendremos razón en eso, pero muchas otras veces no. Las acciones siguen siendo nuestras, y eso, es lo que permite que las cosas mejoren.
... Fue Venom ¿no? -preguntó Andrés para sus adentros.
- Sep -respondió Vin.
- Quería opinar, déjenme ser.
El silencio se apodero de la sala.
- ¿Viniste hasta acá sólo para darle lecciones de vida a los traficantes? -Octavio le sostuvo la mirada a Andrés, esperando una reacción.
Andrés se levanto de la silla en la que estaba, dando pequeños estiramientos antes de caminar para amortiguar el ambiente.
- Una vez mi padre me dijo que si la gente no perdonara, el cementerio estaría lleno de flores -dijo Andrés, abriendo la puerta de la oficina-. Me voy, gracias por el café. Cuida mucho de tu niña y espero no volver a verlos.
- ¿Te vas sin más? -Octavio volvía a preguntar, se sentía incomodo.
Andrés le echo una mirada, pero no respondió y tan rápido como llegó, cerro la puerta y se fue.
- ¿De verdad? o sea de verdad no vas a hacer nada -dijo Vin, completamente confundido por la situación.
- Hubiéramos destruido las cajas... Hubiéramos hecho algo.
- A veces es mejor ser misterioso -dijo Andrés, saliendo del almacén caminando-. Tampoco voy a estar regañando a un señor mayor, él ya sabe que lo que hace está mal. Respecto a lo demás... ¿Tengo un buen presentimiento?
Vin y Venom no quisieron decir nada más. Por alguna razón, Andrés estaba muy seguro de lo que estaba haciendo.
3 MESES DESPUÉS