«Mortalmente inconformes»

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Es cierto que la luz no tiene sombra, pero es porque la misma la crea.

Todos notan el brillo de la luz que se esparce hasta cubrir toda la superficie y son pocos los que se dan cuenta de la presencia de la sombra, por lo menos la notan cuando el brillo de la luz ya los tiene cansados...

Por ésta simple razón...

Ignoramos a la sombra hasta que el brillo no hace falta.

Irónica es la vida de los mortales (especialmente el ser humano). Cuando el sol reluce, todos están dispuestos a recibir de su calidez hasta que se aburren e irritan de su resplandor que ya no desean que se apague, lo mismo sucede con la lluvia, el frío, el calor, objetos y personas.



¡Inconformes! Eso es lo que somos.

Te cansas tan rápido que no te das cuenta  que al desechar a esas pequeñas cosas, así también eres desechado por tus iguales, la diferencia es que te esfuerzas para no serlo y al final serás uno más en el olvido





Pero ¿Qué podemos hacer?

Somos unos simples mortales que no valoran ni son valorados.

Porque... No sirve de nada ser el/la hijo (a) ejemplar que no sigue los patrones tóxicos de tu familia, sinó que quieres superarte. Al final, siempre serás juzgado por errores que no te pertenecen.



En la actualidad de nada funciona tener sentimientos, ya que a la mínima demostración serán pisoteados.


Ser el/la novio (a) o amigo (a)  ideal ya está pasado de moda, ahora las infidelidad es la que reina.





Abandonar tus sueños para laborar en algo que a futuro serás reemplazado (así como en algún momento fuiste el reemplazo), solo por ver a los tuyos “bien” en el presente. Es una pérdida de tiempo porque al transcurrir el mismo, empezará el juicio hacia tu persona por parte de aquellos por los cuales sacrificaste todo para verlos bien.



El ser humano es tan detestable y miserable que arruina todo a su paso, solo para tener “comodidad”, sin darse cuenta de que acomoda su presente, mientras que su futuro será un caminar entre espinas...






Somos veneno para nosotros mismos y aún así seguimos en la misma toxicidad humana.

CIUDADES EN TINTADonde viven las historias. Descúbrelo ahora