Smooth Operator ─ 𝐻𝑜𝑏𝑖𝑒 𝐵𝑟𝑜𝑤𝑛

Capitulo XII ─ Mantener al enemigo cerca

━ Llegué. ━ Dijiste a la vez que entrabas a tu casa esperando recibir alguna respuesta ante tu llegada pero sólo recibiste a cambio un profundo silencio, esa misma mañana no habías tenido el tiempo ni de mirar a un lado de la puerta principal a causa del miedo de los horribles sucesos de la noche anterior que sin duda te habían dejado sin dudas de poder darle un bocado a esos deliciosos desayunos que Karla acostumbraba a preparar cada mañana antes de tus clases.

Hablando de Karla, te tomó por sorpresa que no fuese ella quien te diera la ya diaria bienvenida y también te tomó por sorpresa que tu peluda mascota no te estuviese esperando a la entrada. Dejaste tu sudadera colgada a un lado de la puerta y diste un rápido recorrido por casa en busca de alguno de los dos seres anterior mencionados pero fue en vano, no había ni pista de ello y sólo pudiste divisar a una desconocida mujer en la cocina, a diferencia de Karla, esta mujer se veía joven y bastante llamativa, a tal nivel que resaltaba en presencia de todos los trabajadores en casa y fue cuestión de segundos para que esta se voltease a verte con una pequeña sonrisa.

━ Bienvenida señorita Almendra. ━ Se volteó en frente de ti y tus ojos viajaron por cada detalle de ella, su cabello liso que topaba hasta sus hombros, sus cabellos cafés que hacían contraste en su piel blanca y sus luceros marrones, tu mirada quedó algo perdida en su sonrisa que era algo atrapante, se veía como una persona bastante dulce, pero no podías darle importancia a eso ahora, querías saber donde estaba Karla.

━ Gracias, ¿Me indica su nombre? ━ Luego preguntarías por la otra mujer, siempre ibas a priorizar tus modales e ibas a intentar brindar la mayor comodidad a todos los trabajadores.

━ Puede llamarme Andy, me contrataron y hoy es mi primer día de trabajo, es un gusto poder servirle tanto a su padre como a usted, ante cualquier sugerencia o pedido, no dude en hacérmelo saber, yo gustosa de poder darles en el gusto. ━ Dejó a un lado las verduras que había estado cortando antes de que llegaras para poder estar en una mejor postura, saludándote de una reverencia y no pudiste sentir incomodidad ante eso, no eras superior a ellos como para recibir ese trato.

━ Un gusto Andy y estoy sumamente agradecida por tu disposición al aceptar este trabajo, dudo tener una sugerencia porque soy flexible en las comidas y con todo en general, sólo te voy a pedir que evitemos este tipo de saludos y la formalidad, al menos cuando estemos solas en caso de que a mi padre no le guste. ━ Te encogiste de hombros y tomaste un vaso que estaba cerca de ti, llenando de agua este y tomando rápidamente, sintiendo la satisfacción de que tu estomago estuviese lleno.

━ Claro, muchas gracias por su recibimiento, espero ser servicial y de su gusto. ━ Sólo le sonreíste en respuesta, no querías interrumpir su trabajo por lo que te apresuraste en salir de la cocina e ir al segundo piso para encontrar a Karla, quizás no había escuchado que habías llegado.

Sabías que tu padre estaba en su habitación pero también sabías que no iba a salir de esta misma, con los años habías descubierto que desarrollaba una gran culpa después de ponerte una mano encima y tenía la costumbre de encerrarse todo un día, quizás sólo de esa monera podía reunir el valor necesario para poder verte a la cara en la mesa al día siguiente, bastante hipócrita pero no eras nadie para juzgarlo, o eso hubieses dicho hace un tiempo, pero ahora las cosas eran distintas.

━ Buenas tardes, llegué. ━ Por primera vez en tu vida habías abierto la puerta de tu padre sin procurar tocar la puerta antes ni avisar, o si no recordabas mal, era la primera vez que entrabas por cuenta propia.

━ ¿Quién te dio el permiso de pasar? ━ La espalda de tu padre fue lo único que pudiste ver desde el umbral de la puerta, estaba en su silla de oficina a un lado de su escritorio que tenía una cantidad exagerada de papeles esparcidos y el fuerte olor a cigarro invadió tus fosas nasales, de algún modo se podía dar a notar su sorpresa entre su tan marcado e inexpresivo tono de voz.