Capitulo XV ─ Escapa conmigo

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─ Necesito que hoy asistas a mi charla, debo dar declaraciones por lo ocurrido en la última reunión. ─ Habló tu padre desde el otro extremo de la mesa, y tú asentiste, sin sentir la necesidad de darle la contraria. Fijaste la mirada en la carpeta que había depositado sobre la mesa, que desde donde estabas, parecía ser la que tenía informes de la investigación que necesitabas.

─ Sí padre, ¿Me dice la hora? ─ Limpiaste tu boca con una servilleta y te quedaste de piernas cruzadas sentada en la mesa, procurando mantener todos los modales.

─ Hoy a las 9 de la noche, mi asistente te dejará todo preparado en tu habitación, después de tus clases irás a la peluquería del centro y el carro irá por ti, para llevarte al palacio donde se hará la conferencia.─ Se puso de pie y dejó su plato con alguno que otro resto de comida, le dio un gran sorbo a su vaso con proteínas y se fue del lugar, y dejó también una carpeta, con documentos que contenían la información de la investigación que estaban llevando a cabo después del asalto.

En cuanto el sonido de la puerta de la entrada cerrándose se hizo presente, te pusiste de pie rápidamente y subiste las escaleras, tampoco te diste la molestia de retirar los platos de la mesa, estabas en un tipo de huelga desde que Karla había dejado de trabajar. Te tiraste casi de boca sobre la cama y tomaste tu celular que yacía sobre tu escritorio cargando, dejaste el cable a un lado y marcaste el contacto de Hobie, quien contestó a los breves segundos, cómo siempre.

─ ¿Con quién hablo? ─ Dijo algo burlesco, y tu te diste una media vuelta sobre tu cama mientras ponías los ojos blancos.

─ Con una linda espía, que le salvará el pellejo a ti y a tu pandilla de revolucionarios.─ Abriste la carpeta y sacaste los numerosos papeles que contenía esta, y tus ojos analizaron linea por linea hasta poder entender mejor el procedimiento, y así explicarselo a Hobart.─ Las unidades encargadas de proteger a mi padre hicieron una investigación en el lugar, hasta ahora se les acusaría por posesión de armas blancas, de ingreso clandestino a propiedad privada por tomar de rehén a gente de la política y la segunda investigación se llevará a cabo en tres días, porque recibirán videos de las grabaciones de la calle principal, como estudiante de derecho diría que se entreguen e intenten llegar a un acuerdo, pero saldrían perdiendo, por lo que les aconsejo que no lleven a cabo ninguna manifestación por un tiempo, se vienen las nuevas elecciones presidenciales así que ahí estarán presentes varios manifestantes y se podría desviar el foco hacia ellos, y no en ustedes.

─ ¿Te he dicho que eres demasiado atractiva cuando te pones a hablar así?

─ Harás que pierda la cordura. ─ Pusiste en altavoz la llamada para poder abrir la cámara de tu celular, y sacarle fotos a cada uno de los papeles antes de devolverlos a la carpeta.

─ Si te traigo loca, no sé de qué cordura me hablas. ─ Contuviste una risa, se supone que debías mantenerte seria.

─ Escucha lo que te digo, si toman en cuenta mis palabras, juro que podrán salvarse de esta, no es primera vez que irrumpen una reunión así y de hecho, hay grupos de anarquistas que se han salvado de peores.

─ Le diré a los chicos, estaban algo asustados porque no sabíamos bien qué hacer, se sentían asustados de haber tomado a la hija del diputado sin saber, y a mi novia claramente, aún están algo confundidos con eso, pero muchas gracias por esto, valoro demasiado que tomes este riesgo. ─ Su voz sonaba dulce desde el otro lado de la línea telefónica.

─ Deja de agradecerme, sabes que lo hago por ti, y espero que me demuestres que estoy haciendo bien en traicionar a mi padre para ayudarte, no me dejes cómo tonta.

─ Jamás, verás que estos esfuerzos valdrán la pena.

Los dos se mantuvieron algunos segundos en silencio, quedaste algo pensativa con sus palabras, no sabías a qué se refería pero no podías evitar fantasear con que algún día te ibas a poder escapar con él e ibas a poder dejar atrás esta tortuosa vida, tu casa se igualaba a vivir tras las rejas y se supone que eras hija de alguien que trabajaba velando para el país, pero era un hombre despiadado que no dudaba en ponerle una mano encima a su hija diez veces más pequeña que él. Sabías que Hobie tenía su vida aparte y era independiente, era un ser libre que se iba moviendo hacía donde el viento soplaba, no se restringía en ningún sentido y jamás se calentaba la cabeza en lo que debía hacer mañana, sólo vivía el presente y tenía un estilo de vida alocada, y no sabías si le gustaría incluir en eso a una mujer.

Smooth Operator ─ 𝐻𝑜𝑏𝑖𝑒 𝐵𝑟𝑜𝑤𝑛Donde viven las historias. Descúbrelo ahora