Un mal final.

25 1 0
                                    

- No tranquila, prefiero hablar yo. -dijo ella-. Tengo novio, se que es pronto y que puede ser precipitado, pero necesitaba tener a alguien ahí.
-Me alegro muchísimo Andrea, de verás que me alegro.
Me alegraba de verdad, estaba bien sabiendo que alguien la hacía feliz, porque se lo merecía. Después de esta conversación me llevó a casa, yo había quedado con otra persona.
Llegué a casa, me puse otros pantalones y otra camiseta. Baje al portal, allí me esperaba Bea, habíamos quedado para cenar. Fuimos a un restaurante de comida rápida, y estuvimos hablando sobre las notas de la evaluación informativa, a ella la iba a quedar matemáticas, y a mi en principio ninguna. La comenté que podía ayudarla, pero me negó la oferta. Entonces le conté lo que había pasado por la mañana, que había ido a visitar a Andrea y su reacción no fue del todo como yo me la quise imaginar.
- Pues haz lo que quieras, pero yo no lo veo bien.
- Pero Bea, que no hemos hecho nada fuera de lo normal, solo hemos estado comiendo juntas.
- Ya Raquel pero es que tiene siete años más que tu, ¿o no lo ves?
- Sí, si lo veo, pero eso no tiene nada que ver con que me caiga bien.
- Ah, ¿que sois amigas y todo?
- Pues sí, y es de mis mejores amigas.
- Ah perfecto, de puta madre Raquel, te luces.
- ¿Lo ves mal o como?
- Sí, claro que si, porque me estas sustituyendo por ella, y yo soy tu mejor amiga, lo se ¡TODO! de ti y a cambio que ¿eh?, que tu mejor amiga sea una profesora.
- No me mal interpretes Bea, ella me cae bien, es mi amiga, compartimos algunas cosas, ya esta, no hace falta que te montes ninguna película.
- No me monto ninguna película Raquel, pero ya te darás cuenta de que lo que haces es un gran error.
- Vale, pues cuando pase eso estaré tranquila.
- ¿Ah si? ¿Y por qué?
- Porque se que estarás ahí tu para restregármelo y decirme : "Ya te lo dije Raquel, ya te lo dije".
- No has podido caer más bajo. Cuenta con Andrea, porque conmigo no vas a contar más.
- ¿Por?
- Por que no me da la gana a mi.
Después de esto cogió sus cosas y se fue del restaurante, no había ni empezado a comer, y se había ido. Me jodió que pensase así, aunque en verdad tenía parte de razón en enfadarse, pero de todos modos, si se supone que es mi "Mejor amiga" tendría que aceptar que pueda ser amiga de cualquiera. No me gusta que me retengan, que piensen que soy posesión de alguien, yo soy yo, y no tengo que dar explicaciones de mi vida si no quiero que las sepas.
Estaba realmente enfadada, cuando llegué a mi casa, me duché, me puse música y me tumbé en la cama, le di una patada a la pared, tenía demasiada rabia dentro de mi. No hacía mas que encender el móvil, para ver si había algún mensaje de Bea pidiéndome perdón, pero nada, no había rastro de ella. Cuando vi que se hacía tarde, decidí dormir, mañana sería otro día.

Un destino inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora