Excusas baratas

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Llegue a clase, me encontré a Raúl, me estuvo hablando sobre un trabajo, que por cierto, no hice. No le hice mucho caso, estaba pensando en otras cosas, estaba pensando en que la semana que entraba era dura, y no empece con buen pie que se diga. Cuando tocó la campana entramos en clase, una vez sentados todos entro Bea por la puerta, no dijo nada, agacho la cabeza y se sentó en el último hueco que quedaba libre. Terminaron todas las clases de la mañana, y salimos al recreo fui con Raúl a preguntarla, que porque había llegado tarde, pero antes de que pudiéramos hablarla salió corriendo, huía de nosotros. Fuimos a la cafetería y tres minutos más tarde apareció por la puerta, Raúl la vio y corrió hacia ella, se quedo quieta, hablo con ella tranquilamente, ahí es cuando me di cuenta que lo que la pasaba era conmigo, o relacionado conmigo, me estuve comiendo la cabeza, no sabia que podía haber hecho mal, no entendía nada, preferí relajarme y esperar a que volviese Raúl con lo que le hubiese dicho. Cuando volvió me lo estuvo contando, se había dormido, por eso no llego, asentí con la cabeza, pero no me lo creí Bea nunca se dormía, nunca. Pensé que sería mejor hablar con ella, asi que fui a buscarla pero sonó la campana dando lugar a mas clases. Al acabar por fin el día espere a que saliesen todos de la clase, y poder quedarme por fin a solas con Bea, había acabado de terminar la clase de inglés, estábamos haciendo un mural y por eso ella se quedo a recoger. Me acerqué y la hable:
-Bea, ¿como es que has llegado tarde? Es que la excusa que le has puesto a Raúl yo no me la creo.
Hubo un silencio incomodo, y al ver que no tenía resultado insistí:
- ¡Bea, Que te estoy hablando joder, hazme caso!
- He perdido el bus, eso es todo.
- Sigo sin creérmelo, más que nada porque nunca vienes en bus.
- Mira, Raquel he llegado tarde porque no quería sentarme contigo en las clases, eso es todo.
- ¿Y eso?
-Por que no me siento cómoda, ya esta.
- Vale, me tengo que ir, mi madre me espera, esta tarde te llamo, y cógemelo por favor.
No la di tiempo a responder, la di dos besos y me fui, al girarme vi en la mesa del profesor a Andrea, -joder, pensé- había hablado con el tono perfecto para que me hubiesen escuchado en toda la clase, no sabia que estaba, me pareció muy mal que se quedase a escuchar nuestra conversación, pero bueno, yo q lo mejor también lo hubiese hecho. Al pasar por delante de ella me dijo al oído '¿Todo bien?' La conteste con un 'Si, todo perfecto' y me fui. De camino a casa seguí pensando en que podía ser, no se me ocurría nada, hacia nada que nos habíamos visto, y estaba todo genial, y hoy... Hoy esta todo hecho una mierda.
Por la tarde, terminando los deberes, me acorde, ¡claro joder, como he podido estar tan ciega!. Ya sabia lo que la pasaba, y todo venia desde aquella tarde en el parque...

Un destino inesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora