Un destino inesperado

Alguien nuevo

Me quedé en blanco, no sabia si contestar, y él, al verme en esta situación decidió confesar.
-Raquel, yo... Se que tendría que habértelo contado antes, pero no quería decir nada hasta que no estuviese todo en orden y todo decidido pero... Tengo novio. Se llama Hugo, le conocí en natación, va al mismo grupo que yo, y llevamos hablando bastante tiempo, la verdad es que llevamos saliendo menos de una semana, pero me hace muy feliz, es diferente, es único... No se, creo que me estoy enamorando y quería saber tu opinión y escuchar tus consejos.
Al escucharle acabar mi alma dio un grito de alivio, dentro de mi algo sabía que algo no cuadraba, que P.P no podía ser Raúl, y otra vez, no se equivocaba.
- Claro Raúl! Yo te voy a ayudar en todo, cualquier duda o lo que quieras sabes donde estoy. Y enhorabuena, espero que duréis mucho.
Al acabar nos dimos un abrazo enorme, y al separarnos observamos que Vicky y Bea ya estaban regresando. Cuando llegaron decidí ir al baño, y pedí a Bea que me acompañase para contarle lo de Raúl. Al contárselo me miró y sonrío, y se alegró porque no fuese él, ya que iba a afectar mucho a nuestra relación personal y a la del grupo en sí. Al regresar a la mesa, fuimos a pedir Raúl y yo, tras pagar, cogimos la comida y fuimos a la mesa donde estaban esperándonos nuestras amigas.
A mitad de la comida llegaron un grupo de profesores de nuestro curso, estábamos de foto, de estar hablando tan normal a que todos bajásemos a coger algo a nuestras mochilas o atarnos los zapatos solo para que no nos reconociesen. No habían visto, eso estaba claro, ya que la inteligente de Bea, nada mas verlos empezó a gritar : "ALERTA ROJA! ALERTA ROJA! VIENEN PROFESORES!" Si, la disimulación no es su punto fuerte. Empezaron a comer cuatro mesas mas a la derecha de donde nos encontrábamos, y en una de las esquinas estaba Andrea, y me miró un par de veces. Al acabar de comer, fui a comprarme un helado, fui sola, ya que ninguno de los demás querían y estaban discutiendo sobre la vestimenta de las chicas de los otros cursos, discutían sobre las faldas demasiado cortas, o las camisetas demasiado pequeñas... En resumen, unos temas muy interesantes que no quería ni interrumpir ni entrometerme. Cuando llegué a la caja pedí mi helado, lo pagué y me di la vuelta, justo en ese momento vi que mi helado blanco, manchaba unos vaqueros color beige, y al mirar para arriba, vi que la que llevaba esos pantalones era Andrea. Ese fue uno de los momentos en el que piensas "Tierra tragame" pero no, no hubo suerte.
- Joder... Lo siento Andrea, lo siento muchísimo, deje que la ayude...
- Tranquila Raquel, no ha sido nada, y por favor, fuera del instituto me puedes tutear.
- Vale... ¿Seguro que no necesitas ayuda?
- Si si, seguro, venía para recordarte lo de mañana, por favor, que no se te olvide, y lo mas importante... No se lo digas a nadie.
-Tranquila, puedes confiar en mi.
Me fui con mis amigas, y seguimos nuestras conversaciones. Cuando ya cayó la noche, me fui a casa, no cene, me limite a tomarme un vaso de leche fría, y me fui a la cama, mi cuerpo tenía la sensación de que iba a ser un día muy intenso.
Puse la alarma a las 10:00 para estar lista a las 12:30. Me puse los auriculares, sonaba "Cada dos minutos" de Despistaos, cerré los ojos y me dormí.