Un destino inesperado

Comenzando

El primer día siempre siempre es igual que los demás años, los novatos perdidos por los pasillos, los mas mayores imponiendo a cada paso que daban, en resumen, un instituto como otro cualquiera. Bea y yo nos acercamos a las listas, y observamos que por cuarta vez consecutiva nos había tocado en la misma clase. Al ver mi nombre y el suyo en la misma lista me alivió, ya que este año iba a entrar mucha gente nueva, y me gustaría conocer a alguien de antes. Al seguir viendo la lista, pudimos observar que nuestra tutora era la Señorita Andrea García, profesora de inglés. A mi me gustó la idea, ya que era de las pocas profesoras que me caía bien. Cuando vimos la clase en la que íbamos a cursar el resto del año, (4ºB) decidimos subir corriendo las escaleras del primer y segundo piso para llegar al tercero y entrar en nuestra clase, y una vez allí, instalarnos en los pupitres mas lejanos a la mesa del profesor.
Cuando ya todo el mundo entró, los nuevos se quedaron de pie para presentarse, y me di cuenta que solo había cinco alumnos que ya habían estado el año pasado en este instituto ( incluyéndonos a Bea y a mí). Fueron diciendo sus nombres y algo significativo de ellos, hubo una chica a la que la presté especial atención, Victoria se llamaba. Era una chica rubia, ojos claros, estatura media baja y vestía bastante bien. Me pareció bastante maja, y eso que yo no suelo juzgar a las personas a simple vista, pero este fue un caso excepcional.
Y en efecto, no me equivocaba, Victoria se sentó en frente de Bea y de mi, y nos empezó a contar de donde era, de que instituto venía, y el por qué de venir aquí.
Nos contó toda su historia y a pocos minutos de que terminara, Andrea ordenó que sacásemos un papel y un boli y que dijésemos 4 cosas buenas y 4 cosas malas nuestras para exponerlas y que nos conociésemos mejor. Y ahí van mis cuatro cosas:
(Buenas)
- Me considero una persona inteligente
- Tengo mucha personalidad
- Soy humilde con la persona que se lo merece
- No pretendo ser mejor que nadie.
(Malas)
- Soy demasiado extrovertida a veces
- Un poco celosa
- Demasiado melodramática
- Muy muy cabezona
Si soy sincera me costó bastante hacer la lista, ya que no suelo pensar mucho en mis puntos buenos y malos.
Había varios chicos en mi clase muy atractivos, y tuve la idea de ir a presentarme. No pretendía ser la típica acosadora adolescente que va lamiéndole el culo a todos los chicos así que decidí empezar por presentarme:
- Hola, soy Raquel estoy sentada al final del todo.- dije con la mejor de mis sonrisas-
- Hola yo soy Raúl y estoy sentado aquí como puedes ver.
La verdad es que ese comentario me hizo gracia y solté una pequeña carcajada.
- Muy bien Raúl, pues ahora que yo se donde te sientas y tu sabes donde me siento podrás venir a visitarme.
- Perfecto Raquel, cuando pueda estaré allí.
Al finalizar esta frase le sonreí y me fui a mi asiento donde estaba Bea y Victoria esperándome.
- Dime Raquel, ¿ya esta colado por ti? - Dijo Bea con su espontaneidad-
- Que va Bea, solamente le he dicho donde me sentaba para que viniese a hablar conmigo, nada más.
En ese momento escuché una silla arrastrarse, era un chico alto, moreno, el pelo lo bastante largo para que le tape parte de la frente, con una camiseta gris. Se acercaba lentamente hacia mi asiento, y en ese momento quede enamorada de sus ojos azules, en los que antes no me había fijado...
Se sentó a mi lado y empezamos a hablar...