14 | Sonido Hueco

28 2 29
                                    

En pocos días el baile se llevaría acabo, lo cual significaba que los estudiantes de New York High School llegarían dentro de poco, específicamente en dos semanas.

¡No saben lo feliz que estoy por volver a ver a Frederick en persona!

Seis meses han sido una eternidad.

Sí, ni yo me creo que llevo medio año estudiando en Rumania High School. El tiempo se ha ido volando, tanto como mis notas. He aprendido a llevarme mejor con los chicos de este lugar, y cada día siento que mi amistad con Fernanda se fortalece. Puedo considerarla como una de mis mejores amigas, claro, con Frederick incluido.

En fin, estaba demasiado feliz. Mi disfraz ya había llegado, igualmente el de Fernanda. Nos habíamos organizado con Violetta, Diana y Zharyth para arreglarnos ese día. En realidad, Fer y yo no lo veíamos tan necesario, pero ellas insistieron.

Bueno, hoy era un día escolar normal y estaba de camino a mi clase de italiano con José Daniel. Es la única clase que comparto con ese anormal y la única en la que tengo que soportar su vocecita chillona hablando cada dos por tres segundos. Igual, no es como que me moleste de verdad.

José Daniel es uno de mis amigos más cercanos, ¿Por qué? Simple: Compartimos la misma neurona. Literalmente ese chico es la definición de pendejo, ¡Como yo!

Por eso mismo, él ahora me estaba explicando cómo y por qué tenía su brazo izquierdo vendado.

—Carlos tiró el balón y yo traté de alcanzarlo, pero, ¡Pum! .—se detuvo y dio un salto, flexionando un poco sus rodillas y haciendo sonar el piso cuando cayó. Como no podía hacer el sonido del pum con sus manos, lo hizo con sus pies y el suelo—. ¡Me tropecé con una estúpida roca y todo el peso de mi cuerpo cayó en mi brazo izquierdo! .—brotó sus labios, haciendo un puchero—, y cuando menos me lo esperé, se fracturó.

Negué con mi cabeza. Esa historia es tan... él.

Es que eso es algo que solo le sucedería a José Daniel. Él siempre cuenta miles de anécdotas de las veces en donde casi se muere por cualquier cosa. Primero piensas que lo que dice es mentira por lo irreal que suena, luego le preguntas a Jorge (que ha estado presente en la mayor parte de los sucesos) y descubres que todo es verdad. Parece que tiene mala suerte, pero es todo lo contrario.

Exacto, José Daniel es un pinche ser inmortal.

—¿Irás hoy a los entrenamientos? .—cuestioné.

—Sí, recuerda que el fútbol no es de usar brazos. —rió, rascando su nuca con su mano sobrante—. De todas formas tendré cuidado, no quiero que ahora se me fracture una pierna. —dijo, poniendo sus ojos en blanco.

—Te creo. —le di dos palmaditas en su espalda—. ¡Oh!, ¿Quién te dibujó eso? .—pregunté, señalando los distintos dibujos que José Daniel tenía en su yeso.

Él miró su vendaje y mostró una sonrisa de oreja a oreja. 

—¡El primer dibujo lo hizo Jorge! Yo estaba un poco desanimado por esto, así que se le ocurrió la idea de dibujar algo aquí. —era el número diez, junto a una copa del mundo. Estaba claro que se trataba de Messi—. Este otro es de Marcos, ¡Es de mis favoritos! .—esta vez me enseñó una calavera de pirata. Si no fuera por mi primo, no hubiese sabido que se trataba de One Piece—. Estaba pensando decirle a los chicos del equipo que hicieran más dibujos en el yeso... ¡Oh, oh!, ¿Tú quieres hacer uno? .—preguntó emocionado.

Rumania High SchoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora