21 | ¿Sonidos raros?

13 2 8
                                    

—Violetta, ya quita esa cara. —reprendió Diana dándole un pequeño codazo en las costillas. Violetta formó un puchero y cruzó sus brazos, intentando hacer un berrinche digno de una niña malcriada.

—¡Es que tengo sueño! Anoche me desvelé viendo Belleza Verdadera para que al final Lim Joo-Kyung terminara con Lee Su-Ho y dejara a Han Seo-Jun de lado, ¡Es inaceptable! .—se quejó pateando el aire, como si pudiese deshacer su estrés. La miré con los ojos entrecerrados y la apunté con mi dedo índice.

Esa no era una razón específica, ¡El final para mí fue perfecto!

—Estuvo bien que Lim Joo-Kyung se quedara con Lee Su-Ho, ¡Él la quiso desde el inicio! .—argumenté moviendo mis manos de manera exasperada.

A mi lado Fernanda suspiró y señaló a Violetta. Abrí mi boca con ofensa y puse mi mano en mi pecho, en un intento de dramatización creíble.

—¡¿Estás de acuerdo con ella?!

—Han Seo-Jun era mejor.

—Era mejor Lee Su-Ho. —contradijo Diana.

—¡Sí, exacto! .—la apoyé.

Vail asomó su cabeza en medio de la pelea que estábamos teniendo. Tenía una expresión aturdida y no daba indicios de seguir aguantándonos.

—¿Podrían callarse de una vez?

—¡No te metas! .—reclamamos las cuatro.

—Dejando de lado el asunto de que la china debió quedarse con el otro chino, ¿En serio no te emociona ni un poco que vayamos a ver el partido de nuestra escuela, Violetta? .—Adrián preguntó con una ceja alzada—. Digo, yo también prefiero quedarme en mi habitación durmiendo, pero estoy aquí para apoyar a los chicos.

—Yo también estoy aquí por eso. Si no, ni siquiera hubiese venido. —refunfuñó Violetta.

—¿Entonces? .—dijo Diana para que continuara.

—No me gusta tanto el fútbol, es todo. —explicó moviendo su mano con molestia—. Si estoy sentada ahora mismo en estas gradas mientras paso sol, con un montón de personas a mi alrededor, sudando como vaca y aguantando el martirio de no tener suficiente señal, ¡Es por nuestros amigos!

—Qué considerada. —Fernanda rodó los ojos.

—Sí, obvio.

Violetta movió su perfecta cola de caballo hacia un lado, haciendo resaltar su "elegancia". Suspiré mientras volteaba mi cabeza y miraba hacia un lado, justamente en el túnel de salida. Del lado derecho estaba el camerino de los chicos de Rumania, y del izquierdo el camerino de los chicos de New York. En pocos minutos saldrían y comenzaría este tan esperado tiempo.

Mis ojos brillaron y mordí mi labio inferior mientras soltaba un chillido muy agudo, demasiado para mi voz normal. ¡Estaba muy emocionada!

—¡Ah, ya están aquí!

Nos fue inevitable no girar nuestras cabezas para mirar el túnel. Mateo salió siendo seguido por los demás miembros del equipo de fútbol, que empezaron a saludar a las personas conocidas que tenían cerca. Todos estaban vestidos con su uniforme del equipo entre amarillo y rojo, con pantalones dos centímetros más arriba de las rodillas, medias negras y largas que cubrían gran parte de sus piernas, sus botines de distintos colores, y camisas sueltas y sin mangas.

Jorge saludaba sutilmente a la gente que gritaba su nombre mientras intentaba verse lo más serio posible, aunque a veces no podía porque tenía que controlar a José Daniel que estaba ahí saltando de un lado a otro con una mezcla de nervios y emoción, saludando a quienes le tendían las manos y meneaban sus brazos. Marcos estaba igual que él, pero guardaba algo más de compostura cuando pasaba al lado de chicas, tratando de verse, según él, "genial".

Rumania High SchoolDonde viven las historias. Descúbrelo ahora