💮LILIUM💮

Maniac

Llegue a casa de Rowell, le pedí a Dove que me trajera, quien al parecer no estaba contenta del todo.

Toque aquella puerta de madera, pensé que Rowell vivía en un departamento, pero era todo lo contrario, era una casa bastante bonita, tenía un estilo moderno y un jardín bonito.

— Llegaste.
Me recibió con una sonrisa amplia.

— Supongo que sí.
Y extrañamente devolví la sonrisa.

Rowell me ayudo con mis maletas y me indico cuál era mi habitación, su casa era realmente bonita, minimalista y elegante.

— Bien, creo que podrás respirar aquí.
Me dijo él mientras ponía sus manos en los bolsillos delanteros de sus jeans.

Ver tan informal a Rowell era extraño, pero tenía que admitir que el estilo le quedaba, camisa de cuadros y botines.

— Gracias. Por cierto toma.
Le di un poco de dinero.

— No Kiram eso es tuyo, por ahora vivirás y comerás aquí sin responsabilidad monetaria.

Claro se me olvidaba que mi nombre registrado ante la ley es Kiram.

— Me sentiría más cómodo si no mencionas mi nombre de pila, incluso un apodo está bien.

Me sorprendí a que no sonaba como normalmente, quizás todo esto me afecto y me hizo blando.

— Bien lobito.

Sonreí, era triste porque jamás me he convertido en licántropo.

— Bueno, dejaré que te instales, ha por cierto tu habitación tiene propio baño, pero no es completo, de hecho al final del pasillo está el baño donde puedes ducharte. Cuando estés más cómodo te enseño la casa.

Me sonrió.

— Gracias
Volví a decir.

Sin más, Rowell me dejó solo, mi nariz se impregnó de madera y clavo. Me aliviaba solo oler ello.

Me tiré a la cama y sonreí, tenía tantos planes en mente, pero quería centrarme en todo eso de la profecía.

Abrí uno de los libros que estaba leyendo, aquel donde explicaba que los 12 pilares fueron creados especialmente para cuidar de los elegidos y apoyarlos, pelear por ellos, pero también existían para detener a los elegidos por si tomaban el mal camino. Estos pilares se dividían por subgrupo, según sus habilidades.
Me detuve cuando escuche que Rowell abrió abruptamente la puerta.

— Disculpa, sé que no está bien abrir así, pero quería saber si quieres ver a tu Guardián que invadió mi casa y acaba de entrar abruptamente, por ahora está abajo buscándote

— ¡Luka!
Escuche sus gritos.

Rowell alzó una ceja mientras cerraba la puerta.

— No me gustaba mi nombre y me inventé otro— cerré el libro— No sé por qué me busca y técnicamente ya no es mi Guardián, de hecho estaba en proceso de dejarlo libre.

— ¡Luka tenemos que hablar! ¡Sal te he visto entrar!

— Puedo arreglarlo de forma violenta, pero la pregunta es ¿Quieres que intervenga lobito?

— La verdad me gustaría hacer algo inmaduro por una vez en mi vida.

Rowell suspiro, con un gesto de decepción, levanto su mano izquierda y la llevo al puente de su nariz para después decirme.

— Está bien, supongo que puedo hacerlo.

— Pero no te he dicho nada.

La perilla de la puerta comenzó a moverse violentamente. Y después se escuchaba como golpeaba la puerta con fuerza.