El chico

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Rowell llegó a tiempo, o bueno, para escuchar un poco de lo que pasaba.

—¿Todo en orden lobito?

Aridam alzó la ceja al escuchar mi apodo, mientras tanto Elam tenso la mandíbula.

— Está teniendo un ataque de pánico y tuvo un percance con Alexander.
Dijo Elam que para mi sorpresa estaba muy tranquilo con el hecho de que haya golpeado a su prometido.

— Lobito sé que dije que puedes contar conmigo para todo, pero meterte con la familia real es algo fuera de mi alcance.

Pocos segundos de que Rowell me dijera esto entro un hombre que traía una cachucha y cubrebocas.
Era alto, de la altura de Aridam. Vestía completamente de negro, justo como un fuck-boy de novela. Tenía el cabello un tanto largo y se lograba ver que tenía uno que otro pircing en las orejas.
— Para mí no está fuera de mi alcance el protegerte de quien sea, si eso incluye la familia real o cualquier persona con alto poder en este mundo.

Los guardias se pusieron a la defensiva, Rowell, Aridam, Los guardianes y el mismo Elam se pusieron frente a mí para "defenderme".

— ¿Quién eres y cómo burlaste la seguridad del palacio?
Elam dijo con voz firme.

— Te he estado observado por meses y créeme, sé como suena, pero he viajado desde muy lejos solo por ti.

— ¿Qué te hace creer que confiaré en palabras vacías?
Mi voz salió con tono de burla.

—Porque yo no pienso ni pensaré que eres un monstruo— Miro a Aridam— Porque yo no te quiero solo por intuición animal— Miró a Elam— porque sé que me gusta cualquier máscara tuya — Miró a Rowell— porque si me das la oportunidad sacrificaré al mundo por ti, controlaré tus miedos, tu ansiedad, porque amaré cada pedazo roto tuyo, porque sanaré tu alma y si no puedo hacerlo estaré a tu lado intentando de todo para ayudarte

— Así que eres hablador.
Esta vez intervino Rowell.

— Dejaré donde puedas encontrarme, mi destino ha sido robado junto a varias habilidades, pero tengo maná suficiente para hacer ciertas cosas.

Dicho esto el extraño hizo con sus manos la figura de okay, la derecha la dejo así tal cual y la izquierda hizo la figura al revés, que si ponías cierta atención parecía ser el símbolo del Jing y el Jang.
Terminado esto el joven se fue sin más.

En el dorso de mi mano izquierda apareció un símbolo que al principio emanaba una luz azul y que al final se quedó en mi piel como un tatuaje.

Aridam tomó mi mano bruscamente, a lo que respondí de la misma manera quitando su agarre.

— Tengo que irme
Dije

— Quédate aquí por ahora.
Elam me miraba suplicante

— Vamos a casa
Insistió Aridam.

— Puedo cuidarte lobito

Aquel acto de estos tres alfas me hicieron soltar unas carcajadas.

— ¿Solo necesitaban que me pusiera maníaco para ponerme tanta atención? Por ahora no quiero estar cerca de ninguno de ustedes, necesito más respuestas y respirar.

No dijeron absolutamente nada y me dejaron ir.

Llame a Dove para que me recogiera, necesitaba ir de nuevo a esa casa en ruinas, necesitaba leer más y buscar más pistas. Necesitaba saber si valía la pena toda esta mierda.

—¿Luka?
Su voz se escuchaba cortada y asustada

—¿Todo en orden Dove?

—No, duele demasiado, quema.

— ¿Qué cosa?

— Me ha salido un tatuaje en la nuca, estoy asustada.

— Voy para allá.

Sin más colgué y no me quedo de otra más que tomar un simple taxi.

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