Solo quiero ser tuya || Riversgg

25- Cara a cara

—Sam y yo ya habíamos llegado a la plaza hace unos 3 minutos, ahorita nos encontramos en un tienda de vape y esas cosas.

— ¿Esté sabor no te gusta?— me señalo un vape de mango.

— No que asco.— seguí caminando.

— en especial de que sabor buscas?— pregunto la rubia.

— De fresa o blueberry.— dije mientras seguía buscando en las repisas.

— ahí esta.— señalo una repisa un poco más alta que ella.

— Me lo puedes pasar.— dije mientras me agachaba para amarrarme las agujetas.

— La rubia solo la miro fastidiada ya que sabía que lo hacía para molestar pues era muy obvio que ni por un milagro iba alcanzar esa repisa.

— Tampoco está muy alta.— dije cuando me parare.

— Cállate.— se dio la vuelta.

— Ya no te enojes, te compro un vape si quieres.— dije mientras la seguía.

— Si tanto insistes.— agarro uno.

— La dos fueron a pagar y de ahí salieron de la tienda.

— ¿Ahora que quieres hacer?— pregunte mientras abría el vape.

— No lo se.— dijo.

— ¿Quieres ir por un helado? Yo invito.— dijo para después acercarse a un bote de basura y tirar la caja.

— Va va.— se fueron a la heladería más cercana.

— Al estar ahí cada una pidió su helado y se fueron a sentar a una banca.

— Gracias por el helado.— dijo Sam.

— No es nada.— le sonrió.

— Si te beso aquí, que pasa?— dijo bromeando la pelirroja.

— Te madreo.

— Que aburrida.

— Cuando se acabaron sus helados las dos se pararon de la banca para ir a caminar por todo la plaza con las manos entrelazadas.

— Ven, tengo que encontrar un top deportivo para mañana.— jalo lentamente a Sam para entrar a una tienda.

— ¿Te gusta este?— le enseño un top negro con detalle en la parte del pecho.

— Casi no, ¿ese no te gusta?— Señalo uno.

— Nah.— siguió caminando.— ¿ese?— señalo uno.

—  Si esta lindo.— dijo Sam.

— Deja me lo pruebo.— agarro uno de su talla y se dirigió a los probadores.— Ten.— le dio su celular y se quito la sudadera que traía, quedando en un top negro.

— Se ve bien?— dije mientras abría la puerta.

— Sam no decía nada su mirada esta perdida en abdomen de la pelirroja, como dicen una mirada dice más que mil palabras.

— Sam! Sam! Samantha!— grito.

— Ya ya que paso?— dijo cuando reacciono.

— ¿Que si se ve bien?

— Si.— dijo.— pero dejas mucha a la imaginación.— susurró.

— Que?— pregunto confundida.

— No nada, que se me muy bien.

— La pelirroja ya no digo nada y fue a quitarse el top para después ir a pagar.