Me lo pedía el alma

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Relatos icónicos en una sociedad de esquizofrénicos, donde el abismo son los deseos y donde la pureza escasea por momentos. Los sentimientos están congelados, el humano subasta sus propias manos y destruye su hogar, venden sus almas y traicionan con doble moral. El aire ya no es puro, las miradas a los ojos refleja amor nulo, todos infectados y yo me amarro a un pasado para volver a creer en lo insignificante, cuando no hacía poesías ni sobre pensaba lo indignante, cuando creía en lo que decían y seguía normas estrictas en base de la idolatría política. Causé heridas en mí muy profundas y muy duras de sanar y cumplí con mi destino y entendí que sería siempre así para poder rectificar. Agobiado en un mundo de relajados, incomprendido en un mundo sencillo, muy diferente en un mundo de similitud de seres, demasiado pensante para hacer nacido un doce de diciembre. Demasiada alma y sentir para que la sociedad sin ideas reprima mi existir y corten mis alas de vivir. Moriré una mañana de abril, donde el alba me lleve el alma y recalque lo que fui en la calma de mis aguas pasadas.

Gritos de los 17 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora