Gritos de los 17

Sólo tal vez

Creo que llegó la hora de devorarme por dentro, de escupir todos mis lamentos y hablar de una sociedad podrida por nuestras manos. Fue en aquella tarde luego de ayudar a un anciano a cruzar la calle que tomé asiento y miré a mi alrededor habían borrachos, parejas y un convento. Esperando a un amigo noté el rumbo de las cosas, personas arruinadas y otros paseándose en carros color rosa. Miraba el panorama sin decir nada, sentí lágrimas que caían por mi alma como una cascada, cuando lloras fácilmente tienes cicatrices que aún no sanan. En la noche fumé una docena de cigarrillos y bebí un ron amargo que me destruía el hígado, conversando con un amigo en un banco, el parque desolado sólo pasaban policías y algún que otro taxi, bebiendo y hablando de putas baratas, ratas sociales y problemas globales que no consideran fundaméntales. Otra noche en unas fiestas con olor a vino y con el corazón vacío, regresábamos tarde en la noche disimulando que lo que bebimos fue zumo y no vino, no vino la inspiración en ninguno de esos días, conocimos el desamor y las bebidas, conocimos una resaca en plena madrugada pero jamás conocimos un suspiro. Planeamos fiestas y pagar por sexo, no creo, las mujeres sólo ofrecen eso, realidad cruda y bastarda, odio hacia lo que nuestras almas hablan y amor hacia lo que nuestro corazón calla. El amor de mi vida me reemplaza y me pregunta a cada rato que cuando tenga una pareja que qué pasa, para idiota fui ya tres veces anteriormente y a una mujer no le gusta el olor a alcohol que carga mi dolor. justo un mensaje de ella me llega tipo despedida, es obvio que ya no es mía y lo que me queda son noches de ron y eyaculaciones precoz de noche y de día. Tal vez más tarde escriba sobre problemas de la sociedad, tal vez más tarde escriba sobre la ansiedad, tal vez más tarde escriba sobre la guerra y la paz, tal vez más tarde no escriba sobre nada porque me voy a suicidar. Sólo tal vez más tarde.