Una hora después, Jungkook y Jimin regresaron a la facultad.
La noche lucía más tranquila que de costumbre, un tanto más oscura. Los inicios de semana siempre eran lúgubres y en realidad, no había mucho estudiante rondando por el campus a altas horas de la noche, la mayoría prefería irse a dormir temprano.
En cambio, ellos estaban en la entrada del edificio para omegas, mirándose gracias a la luz que se proyectaba de las farolas.
Jimin no dejaba de mover el pie, dando golpecitos en el piso y Jungkook quería echarse a reír, solo para alterarle más los nervios.
-¿Y bien? -insistió el omega. Sus ojos se estrecharon-. Estoy esperando...
-¡¿Cómo?! -Alarmado, se tocó el pecho-. Cielos, eso de ser padre primerizo no lo esperaba... creo que podemos-...
Recibió un suave manotazo en el brazo y ahora sí, se carcajeó.
-¡Ugh, eres un fastidio! Me refiero a que estoy esperando una explicación...
El alfa silbó y metió la manos a las bolsas de su pantalón.
-Menos mal, no estoy listo para cambiar pañales -Se mofó, sonriendo con la comisura derecha-. ¿Por qué le das tanta importancia al asunto?
-¿Tú pregunta va en serio? -dijo y le mostró el ostentoso regalo rodeando su muñeca-. Gastaste casi dieciséis mil wones en esto, ¿y pretendes que no cuestione el por qué?
-¿Desconfías de mí?
-¡Por supuesto que no! -Jimin se escandalizó-. Pero si te vas a quedar en bancarrota por esto, prefiero que lo devolvamos.
Su preocupación era genuina.
La cantidad pagada por la pulsera fue una locura; aceptar un helado era una cosa, pero un accesorio así de costoso, se salía del margen.
Era intrigante, ¿el alfa tenía la posibilidad de pagar por algo así de costoso? O quizá, simplemente se había gastado los ahorros de toda su vida por quedar bien con él...
El solo imaginar que fuese la segunda opción, lo hacía sentir culpable.
-Ya te dije que no me quedé en la calle por obsequiártelo -canturreó, balanceándose de lado a lado-. ¿Qué más quieres saber?
El omega se presionó el puente de la nariz y negó con la cabeza. Su tranquilidad estaba siendo golpeada cual pelota de pin-pong.
-Es que no entiendo como estás tan calmado -resopló. Necesitaba respuestas certeras-. ¿Es fácil para ti vaciar tu cuenta de banco?
Jungkook frunció el ceño.
-¿Vaciar?
-Ajá... Puedes decir que soy un dramático, pero no puedes ir por la vida gastando cada centavo de tus fondos, ¡mucho menos en mi! -explayo, al encogerse de hombros-. ¿Tus padres no enloqueceran al ver el estado de cuenta?
-Mis padres no revisan eso... -resolvió, con sutileza.
No pretendía sonar como un jodido presuntuoso.
-¿No lo hacen? ¡Peor aún! Si se llegan a enterar...
Al parecer, Jimin juraba que su dinero estaba totalmente agotado después de adquirir el accesorio. Tenía que abrirle los ojos, la realidad era distinta.
-Oye, solo por curiosidad... -Se apresuró a decir-. ¿Tú sabes a lo que se dedican mis padres?
-Bueno, sé que son empresarios -Recordó lo que escuchó por los pasillos-, la escuela entera lo sabe.
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The pretty artist 🎨 ୧ ⋅ Kookmin
Romance𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 ᎒ Jimin tenía un pequeño (gran) crush con Jungkook desde los quince años. la realidad, era que el Omega se convertía en un manojo de nervios cuando estaba frente al alfa, dejando de ser aquel extrovertido y parlan...