Jungkook perdió la noción del tiempo.
Se quedó dormido e inerte como un costal de papas, toda la noche se la pasó perdido en su deseo carnal, acabando a Jimin en ronda tras ronda de sexo duro y ruinmente sucio.
Tuvo destellos de consciencia al estar en el acto, pero todo se resumía a una velada que le drenó hasta la última gota, pues el omega siempre estuvo dispuesto a recibir su nudo, en cualquier posición que se les ocurriera.
Vio el reloj en su pared y entendió porqué se sentía tan calmado; eran pasadas las tres de la tarde, los síntomas de su celo estaba cesando poco a poco tras correr las veinticuatro horas que usualmente duraba.
Rodó como tronco en la cama, y obedeciendo su necesidad básica de alimentarse como era debido, no tuvo mayor alternativa que despertar al bonito castaño que dormía profundamente en el cómodo espacio.
A su criterio, Jimin lucía como un total y completo desastre.
Su melena perdió la forma, probablemente le dolería el cuero cabelludo por las incontables veces que tiró de los tirabuzones enredados, la piel de las piernas la tenía llena de marcas ocasionadas por sus dientes y ni hablar de las que destacaban en la zona del pecho y cuello.
Cualquiera que las viera, adivinaría que ya existía alguien en la vida de ese omega, específicamente, un alfa que movería cielo, mar y tierra con tal de hacerlo feliz.
-Jimin... ya es tarde, -bostezó al hablar y lo sujetó de una nalga, apretándola con placidez-. Anda, hay que comer algo.
El aludido se removió, despertando por el palpar en su trasero y le gruñó, sin abrir los ojos. No se iba a levantar de ahí.
-¿Tienes hambre? -El alfa se incorporó en el colchón y se talló los ojos para observarlo-. Las hamburguesas deben estar abajo...
Ronroneó, no pudo articular ni una palabra, estaba muerto de cansancio; atinó a levantar el dedo índice y lo movió de abajo hacia arriba como afirmación.
El alfa se repasó la barbilla con los dedos y una esquina de su boca subió ante el tremendo paisaje; el omega estaba extendido en el colchón, con una sábana enredada en las pantorrillas, los párpados caídos y la cara oculta en uno de sus brazos flexionados.
Observó los divinos hoyuelos de venus en la zona lumbar y el tono carmín que le resaltaba en el culo; las huellas de sus manos permanecían impregnadas, incluso podía distinguir la silueta de sus dígitos.
Satisfecho con el buen trabajo realizado, se puso de pie y levantó su bóxer del suelo, colocándoselo para poder descender por la comida que su padre le había traído la tarde previa. Dejó que Jimin reposara, necesitaba alimentarlo e hidratarlo.
Salió de su recámara y se sobó las sienes mientras bajaba los escalones, tomando el rumbo correcto hacia su cocina.
Vio que las bolsas de papel con los alimentos estaban encima de la barra y a un lado, había dos vasos de refresco, aguardando por él. Corrió a la tarja para lavarse las manos y así, se apoderó de los comestibles, calentando todo en el horno de microondas e hizo maniobras para cargar con el dúo de combos.
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The pretty artist 🎨 ୧ ⋅ Kookmin
Roman d'amour𝐊𝐎𝐎𝐊𝐌𝐈𝐍 𝐎𝐌𝐄𝐆𝐀𝐕𝐄𝐑𝐒𝐄 ᎒ Jimin tenía un pequeño (gran) crush con Jungkook desde los quince años. la realidad, era que el Omega se convertía en un manojo de nervios cuando estaba frente al alfa, dejando de ser aquel extrovertido y parlan...