🎨᎒ Capitulo 25

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Era un hecho, Jimin no podía concentrarse debidamente en chuparle la polla a Jungkook

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Era un hecho, Jimin no podía concentrarse debidamente en chuparle la polla a Jungkook.

Por más que lo intentaba, lo único que conseguía hacer era llenar de saliva la roja e hinchada punta del palpitante miembro y lloriquear de placer al sentir una húmeda lengua adentrarse hábilmente en su pequeño orificio.

Apenas y lograba sostenerse, creyó que recrear la famosa posición del sesenta y nueve sería relativamente sencillo, pero todo estaba en su contra esa madrugada, pues seguía drogado, con el cerebro desenchufado y con las piernas débiles a los costados en la cara de Jungkook.

Todavía traía puesta su braga, solo fue removida por un par de dedos curiosos hacia un lado, dando el perfecto acceso al pliegue entre sus nalgas, mismas que eran apretadas con salvajismo por esas manos que lo tenían doblegado.

Sudorosos sobre el tapete, con los botes de pintura regados en el piso y manchas de colores adornando cada mínimo espacio de piel.

-Alfa, estoy... -murmuró, inclinándose más y chocando la nariz con el muslo contrario-. N-no puedo, es demasiado...

Encajó los dientes en la carne de esa área, proporcionando una fuerte mordida que hizo bramar al mayor.

-Si no tengo mi polla entre tus labios, no voy a seguir -gruñó, al suspender el trabajo con su boca-. Chupa, hazlo.

Descansó la nuca en el piso, encontrándose con la luz distorsionada de la luminaria y parpadeó al recuperar un gramo de aliento.

-Es que no puedo, es... te necesito tanto -El omega sollozó, alterado por la súbita falta de atención en su agujero-. C-cómeme, por favor...

Era obvio que la ausencia de vergüenza se debía totalmente al delicioso brownie, porque a pesar de olvidarse de la timidez cuando se hallaban en pleno polvo, el grado de descaro se elevó sin que pudiesen impedirlo.

Y Jungkook estaba igual o peor que él.

Un par de jóvenes desinhibidos y distraídos, enfocados en el placer.

-¿No oíste lo que te dije? -espetó, jalando el elástico delgado de la lencería y enseguida lo soltó. Jimin gimoteó por la quemazón producida-. No me hagas ponerte de rodillas para hacer que la tomes, porque vas a estar vacío de aquí...

Impaciente, le acercó el pulgar al culo, cepillando el borde del anillo muscular con la yema y le escuchó sollozar, al mismo tiempo en que empujaba con ansia las caderas hacia su rostro.

Tuvo que sonreír, la forma en que el lubricante salía de Jimin era obscena, sus muslos se convirtieron en una puta cascada de fluidos y él, solo rogaba beber como un frenético de ahí.

-Kookie, no me hagas esto... -Aquello fue un ruego evidente-. Tú lengua, por favor.

-¿Quieres que te haga llegar solo con mi lengua? -No se contuvo y azotó una de las regordetas nalgas, ni siquiera midió la fuerza-: Gánatelo.

The pretty artist 🎨 ୧ ⋅ KookminDonde viven las historias. Descúbrelo ahora