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Jueves, 5 de mayo de 2022 | Buenos Aires, Argentina | 14.29 p.m.

Malena's pov:

Ya había pasado una semana de la última vez que ví a Iván en persona, nos seguíamos manteniendo en contacto por Whatsapp, y de manera sorprendente todos los días siempre me despertaba con un "buenos días Malen, cómo estás?", Eso me hizo recordar como era Iván conmigo hace muchos años atrás, el hecho de que en realidad si me fui por un tiempo a él no le importo porque como el decía y cito textualmente "¿Para que me voy a amargar por algo que pasó hace años y ahora tú estás acá conmigo?".

Iván hacía streams todos los días, y todos los días ustedes me podían ver pegada a la laptop viéndolo, las horas que durará, mi mamá dice que desarrolle un fanatismo por el, pero en realidad siempre lo tuve, estuve con Iván desde sus inicios, desde que abrió su primer canal de Youtube, la vez que le hackearon la cuenta, cuando llegó a sus primeros 100k, estuve en los primeros logros y caídas de Iván, me hubiera gustado haber estado en su época de Twitch y ver y apoyarlo mientras crecía por ahí, pero como saben las cosas no se llevaron como me hubiera gustado.

Estaba en casa, haciendo almuerzo porque dentro de un rato mi hermana iba a llegar de la facu, y como cosa rara dejo la vianda en la heladera.

Hoy quería hacer pasta con salsa pesto, pero una cosa importante era que yo no sé hace esa salsa, y que estaba buscabando en un libro que tenía mi mamá por ahí como se hacía la salsa pesto. Mientras iba leyendo iba buscando y metiendo la cantidad necesaria de los ingredientes en la licuadora.

Todo estába bien hasta que me di cuenta de que se había acabado el parmesano.

–En está casa siempre uno es el que compra las cosas, y uno nunca hace nada con eso –hable para mí misma mientras pensaba que hacer. Hasta que de un momento a otro se prendió un foquito en mi cabeza. Agarre mi teléfono y le marque a alguien.

Sonó 3 veces y una voz familiar contesto.

–¿Aló Malen? –dijo.

–Ian, necesito tu ayuda

–¿Que paso wacha? Contame en que te ayudo –escuche como guardaba unas cosas.

–Ando haciendo almuerzo porque a Lucia se le olvidó la vianda –escuche un asentimiento y seguí–. Y bueno, ando haciendo una salsa, y me falta un ingrediente importante, y no puedo salir porque la pasta se está cocinando, y mi mamá dice que no se puede apagar la pasta mientras se cocina porque sino se pone chiclosa.

–Ok, entonces ¿Vos querés que te lleve lo que te falta? –pregunto y yo hize un ruido de asentimiento.

–Por favor, y disculpa por molestarte –me excuse.

–No tengo problema en ayudarte, sabes que lo que necesites vos me avisas y yo te lo hago llegar –explico –. Pero algo si tenés que hacer.

–¿Que cosa? –pregunte.

–Primero decime que necesitas –dijo y yo me golpee la frente, ya iba a colgar sin decirle, no les digo que yo soy boluda–. Y segundo, la dirección de tu casa.

–Ok, necesito medio kilo de queso parmesano y ya te paso la dirección por Whatsapp –mientras le decía todo le mandaba todo por mensaje igual, porque seguro se le olvidaba.

–Dale, ya mismo salgo y te lo llevo –escuche unas llaves.

–Gracias Ian –agradeci de nuevo.

–No hay de que linda, llegó a tu casa en 15 –y con eso colgó la llamada.

Promises To The Wind [Spreen]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora