Promises To The Wind [Spreen]

019

Jueves, 2 de junio 2022 | Santa Fé, Argentina | 14.30 p.m.

Spreen's pov:

Ya llevaba varios días acá en Santa Fé, y creo que nunca había extrañado tanto volver a la capital. Tal vez era por Malena o simplemente fue una emoción que salió de repente.

–Pero vos sos conchudo, ¿No sabes que por cada tazo de arroz son dos de agua? –me regaño la chica por el teléfono.

–Pero pará, que se me olvidó la concha de tu madre, quedó seco ésto –dije y ella negó leve.

–No se puede hacer nada pibe, te toco arroz seco –se río de mí y yo sonreí mientras comía–. ¿Entonces volvés mañana?.

Asenti mientras tomaba de mi jugo. –Si, mañana me voy a Buenos Aires, me hace falta estar por allá.

–¿Te hace falta estar por acá o te hago falta yo? –pregunto y yo rei.

–¿Mi mejor amiga egocéntrica? Que decís, re normal la wacha –dije y ella río–. Me hacen falta las dos, pero más mi camita allá en mi apartamento, tengo que cambiar el colchón de acá, está todo duro.

–Si bueno, tal vez es por eso que te dan dolores de espalda, pero igual, me alegra que regreses mañana –hablo.

–Luego que regrese, vemos los vuelos a Los Angeles, ya te dije que no quiero que vayas sola con ese boludo allá –recorde y ella asintío.

–Igual no hay problema, las cosas están en casa de Alex, así que está bien –dijo y yo asentí.

–Dale wacha, entonces cuando llegue vemos eso –dije y ella asintío.

–Seguro, ya me tengo que ir, tengo que hacerle el almuerzo a Lucía cuando llegue, te quiero Ian –me mando un beso por la pantalla–. Nos vemos mañana.

–Hasta mañana wacha, yo también te quiero –dije y luego de eso ella colgó.

Termine mi almuerzo y organice algunas cosas para un stream que iba a hacer en la tarde, cuando sonó el timbre de mi casa.

Fui a la puerta y la abrí, viendo a una chica, un poco más chica que yo en altura, de cabello negro y ojos verdes.

–Agustina –dije y ella sonrió.

–Hola Ivu, Ale me dijo que habías venido, así que vine a ver cómo estabas –hablo y yo asentí.

–Pasa –deje que entrara a la casa y la seguí–. ¿Cómo va to–.

No me dejó terminar de hablar cuando sus labios se estamparon contra los míos, no pasó mucho cuando la tomé de los hombros y la aleje.

–Agustina pará, ¿Que carajo estás haciendo? –hable y ella sonrió.

–Quiero volver a intentarlo Ivu, te extraño mucho –intento abrazarme pero me aleje.

–No vengas con esa boludez ahora, vos nunca me quisiste –negue.

–¿Pero que pasa ahora Iván? Si luego de que terminamos me estuviste buscando a más no poder –recordo ella.