𝐌𝐚𝐤𝐞 𝐦𝐞 𝐲𝐨𝐮𝐫𝐬 [𝐒𝐊𝐙]

Vampire [Jeongin]

Jeongin se aplastaba contra tu muslo, buscando desesperadamente liberarse pero incapaz de hacerlo. Ya estaba mareado por la cantidad de sangre que estabas bebiendo.

-Por favor-. Dice con voz áspera. -Necesito correrme-.

Sus pantalones estaban manchados de líquido preseminal y le dolía la polla. No se tocará hasta que tú se lo digas, y no lo has hecho. Sólo has estado chupando su sangre y ignorándolo. Ni siquiera se da cuenta de que está babeando, su mente está demasiado confusa. Jeongin necesita tus elogios, tu atención. Él te necesita. Se destrozaría sólo para complacerte.

-¿Puedo tocarme ahora?- Pregunta con un gemido, frotándose contra tu pierna más rápido.

-No. Espera un momento-.

Jeongin se detiene abruptamente, sus ojos llenos de confusión y necesidad. Su cuerpo se tensa al escuchar tus palabras, su excitación frustrada.

-¿Esperar?- Murmura con un tono lastimero, mientras intenta controlar su respiración agitada.

Su mirada suplicante busca la tuya en busca de una explicación. La negativa a dejarlo tocarse a sí mismo lo deja aún más ansioso y desesperado por tu atención. Las lágrimas empiezan a acumularse en el rabillo de sus ojos cuando lucha por contener su frustración.

-P-pero... ¿Por qué? Por favor... Necesito liberarme-. Balbucea mientras agarra tu brazo con fuerza.

-Un momento, ¿No puedes esperar?-

El cuerpo de Jeongin se estremece involuntariamente al sentir una mezcla de placer y humillación. Las lágrimas que corren por su rostro sólo intensifican las emociones conflictivas dentro de él. Intenta reprimir sus sollozos.

Su mano temblorosa se extiende para tocar tu brazo, buscando consuelo o incluso una pizca de afecto en medio del dolor y la degradación. Su voz sale en susurros ahogados mientras habla a través de la angustia.

-Por favor... Te lo suplico... Déjame al menos tocarme un poco... No aguanto más-.

-Okay, te puedes tocar-. Accedes y  dejas de tomar su sangre para que él pueda estabilizarse.

Sus mejillas están empapadas con lágrimas y su cuerpo sigue temblando por la sensación tanto física como emocional.

Con dedos trémulos, se baja los pantalones y comienza a acariciar su endurecida erección con desesperación. Cada roce envía oleadas de placer a través de él, proporcionándole un breve respiro del tormento anterior.

Sus gemidos ahogados llenan el aire mientras se masturba frente a ti, entregado completamente en busca de liberación. Sus ojos te miran con adoración y gratitud mezcladas con lujuria. Aunque complacer tus deseos es lo más importante para él, también está buscando tu aprobación en cada movimiento que hace.