Capitulo 1

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Y otra vez me encontraba ahí, viendo hacia todos lados sin prestar demasiado atención, admirando la vista a través de los inmensos ventanales que dejaban ver el paisaje de la ciudad y las imponentes montañas.

—Jared — Llamó la mujer frente a mi  la la cual he evitado ver en los veinte minutos que llevaba en sesión.

— Jared — reiteró, esta vez llamando mi atención.

— Doctora.

— ¿Sabes por qué estás aquí?

No dejaba de mirarme, en este punto me había acostumbrado a eso, tengo la sensación de que estudiaba mi rostro en busca de una expresión que no sea de desagrado y resentimiento, aunque una mirada burlesca era todo lo que le daba la mayoría de las veces.

— No tienes que hablar si no lo deseas, estás aquí y eso es lo que cuenta. Admitir que necesitas ayuda y buscar ayuda son dos cosas que no siempre están relacionadas, el que estés aquí es un gran paso.

Aún no lo olvido, dudo que sea capaz de hacerlo, sus miradas de asco y decepción, los golpes recibidos que aún se reflejan en mi piel y aún así tienen el descaro de enviarme a una psiquiatra.

— Estás aquí para recibir ayuda

— No deseo su ayuda.

— Todos necesitamos ayuda alguna vez y el hecho de aceptarla no te vuelve débil.

— Había dicho que no debía hablar si no quería así que supongo que puedo pasar el resto de la hora en silencio.

— Sí puedes hacerlo, pero estoy obligada a llevar un informe sobre tu progreso y eso no lo puedo hacer si no hablas.

Mi estómago se retuerce debido al hambre que tengo, pero desde hace tres días no he comido y no lo he hecho por gusto, pero simplemente no logro digerir absolutamente nada, siempre lo termino vomitando.

— Mejor una pregunta más sencilla, ¿Cómo estuvo tu día?

No era una pregunta sencilla en realidad, nada lo era desde hace mucho, este tipo de preguntas las odio pues no hay una respuesta incorrecta, no se conforman con un “normal” o un “bien” desean cosas más específica y dependiendo de lo que digas puedes durar más o menos tiempo aquí.

— No deseo hablar sabiendo que todo lo que diga les será informado a mis padres.

— Jared no sé si estás enterado, pero existe algo llamado confidencialidad doctor-paciente, eso quiere decir que nada de lo que digas saldrá de aquí, el informe se basa en los avances que hemos logrado desde esta primera cita.

— ¿Cuántos doctores o en su caso psiquiatras realmente respetan la confidencialidad?

— ¿Crees que apenas te vayas llamaré a tus padres para decirles todo lo que hablamos?

— ¿Usted siempre responde una pregunta con otra? — Estaba hastiado, llevamos más de veinte minutos de sesión.

— ¿Tú siempre intentas desviar la atención hacia otros?

— Disculpe doctora, pero creo que no llegaremos a nada.

— No llegamos a nada porque tú lo deseas así ¿O me equivoco?

— No se equivoca del todo, simplemente dígales a mis padres que estoy curado o mejor aún, no le diga y así sigue cobrando.

— ¿Piensas realmente que esa es mi labor? — Bajó un poco sus lentes de montura cuadrada para verme por sobre ellos.

— ¿Por qué no seguirles el show? — Pregunté — Para eso le pagan ellos, para curarme, mientras más tiempo este aquí más gana usted.

— ¿Confías en alguien, Jared?

El Diario De Las Mil VidasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora