El Diario De Las Mil Vidas

Capitulo 19

«Hay quienes aman la lluvia, a pesar de que un rayo les rompió el alma en otra tormenta» Ivan Inzunza.

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El cielo encapotado negaba paso al sol, pronto llegaría la temporada de lluvias. Jared amaba ese momento, cuando llovía y todo parecía estar pintado en una escala de grises apenas interrumpido por el verde del bosque. La temperatura bajaba lo suficiente para querer estar abrigado incluso al medio día y las tardes eran aún mejores, pues se sentaba junto a la ventana a leer con chocolate caliente y el sonido de la lluvia era la mejor música de fondo que podía desear.

Jared tenía un mensaje sin abrir aún en su teléfono, no deseaba responder pues se evitaba una buena cantidad de problemas al hacerlo, pero el mensaje era de la persona que consideraba casi una madre para él. No podía dejarla así sin más.

Ya había pasado una semana desde que no iba a casa de Alejandro, una semana de silencio. No era normal.

«Debe estar preocupada» pensó Jared.

No sabía si decirle la verdad u omitir una parte de ella. Ya era difícil perder a Alejandro, perder a la señora Sophia era...

La señora Sophia no se encontraba mejor. El vacío en su casa era un silencio frío que se le colaba en sus huesos, en su piel. Había una grieta en alguna parte de su hogar que no lograba encontrar y con cada día, esa grieta crecía, podía sentirla abrirse paso por sus paredes.

No sabía lo que pasaba, su esposo no se encontraba en casa desde hace dos semanas, estaba en un viaje de trabajo, Jared no venía desde hace una semana y su hijo parecía vivir en alguna clase de mutismo auto impuesto.

Las palabras yacían ahí, en la punta de su lengua, pero no diría nada o al menos aún no. Deseaba que Alejandro tuviera la suficiente confianza para con ella y decirle lo que sucedía por su propia boca, pero cada día que pasaba era una opresión aún mayor en su corazón.

Alejandro por otro lado, se había convertido en un cúmulo de sentimientos ambiguos y pensamientos inconexos.

Atrapado era la palabra más exacta.

Se sentía atrapado, en medio de una encrucijada e incapaz de moverse de la posición en la que estaba.

¿Cómo conservar su amistad sin lastimar a Jared?

¿Cómo evitar que Jared salga lastimado sin corresponder a sus sentimientos?

Y si no corresponde a sus sentimientos, ¿Su amistad seguiría intacta?

Dejaría que todo avanzara con el tiempo y puede que sea egoísta, pero no quería que fuera su decisión la que ponga fin a su amistad, no quería cargar con esa responsabilidad en sus hombros. Pero hablaría con Jared, tenía que hacerlo, se lo debía, a él, a ambos.

Alejandro tomó uno de los libros que Jared había dejado en su casa y decidió echarles una ojeada. No era fanático de la lectura, pero el libro se veía interesante, sobre todo con todas las partes importante resaltadas y marcadas con post-it de diferentes colores.

Al abrirlo, había una frase resaltada en color rojo, una frase de Pablo Neruda que le llamó la atención.

“En un beso, sabrás todo lo que he callado”.