La luz del sol invade la habitación, abro mis ojos y me encuentro dormida en el pecho desnudo de Charles. Oigo ruidos cerca de la puerta y me levanto a revisar de dónde provenían exactamente. 8:06, marcaba el despertador de mesa.
Encuentro el sofá vacío y una nota yacía en este: "Gracias por todo y perdón por arruinarles la noche. Os quiero. No se reproduzcan. <3 C"
Río en mis adentros y guardo la nota. Charles aún seguía dormido, parecía un ángel. Decidí no despertarlo y pedir el desayuno en voz baja. Busco mi móvil y como era de esperarse, hay un par de llamadas perdidas de Ava. Marco su número.
-Hey, Ava.-saludé casi susurrando.
-¿Dónde estás? Te vine a buscar y no estabas.-se quejó.
-Estoy en el hotel de Charles. Pero no es lo que crees.-reí.-¿A qué horas sale nuestro vuelo?
-A las 12 pm.-respondió.-Por favor, regresa cuanto antes. No queremos más problemas con esos chicos. Oí decir que ayer uno de ellos estaba peleando en un bar.-sentí mi estómago volcarse. Espero nadie haya tomado fotos o me reconozcan.
-Claro, sólo déjame desayunar y estaré ahí en...
-Paso a las 10 por ti.-colgó.
Suspiro pesadamente, odio sentirme tan controlada a veces. Odio tener que ocultarme, tener que vigilar cada paso que doy. ¿Algún día seria libre de estas ataduras, una vez que los ojos del mundo no estuviesen sobre mi?
Deseaba ser una persona normal. Estoy segura que si no hubiese elegido este camino, probablemente sería una escritora. Disfrutaría mi vida en el anonimato y caminaría por las calles sin cámaras, o enormes hombres protegiéndome de grupos de personas.
Pero si no fuese Lily Abbey, probablemente nunca hubiese conocido a Charles, o a Mia. O a cualquier persona que me importaba.
Encuentro mi camino de vuelta hacia Charles y este abre los ojos cuando me siento en uno de los bordes de la cama. Sonríe al verme y correspondo a su gesto.
-Buenos días.-dice con voz ronca, mientras se frotaba los ojos.-Dime que es mentira que he despertado contigo a mi lado. Es demasiado bueno para ser verdad.
-No lo es.-ambos reímos dulcemente.-Carlos se ha ido y ha dejado una nota de agradecimiento.
-Pedazo de idiota.-dijo incorporándose en la cama.
-Lo quieres.-le reproché.
-Un poco.-bostezó.-¿Desayunas conmigo?
-Ya lo he ordenado. Viene en cualquier momento.-dije acercándome peligrosamente a su rostro.
Su mirada se dirige a mis labios y no duda en depositar un dulce beso en ellos. Continúa con las comisuras de mis labios y deja un camino de besos en mi mejilla izquierda y baja por mi cuello.
-Hueles delicioso.-inhalo mi cuello como si fuese una droga, mi piel se erizó.
Justo a tiempo, el timbre de la habitación suena y Charles recibe el carrito de desayuno. Me senté en la mesa para dos que estaba en la sala y el desayuno transcurría en un cómodo silencio.
-Charles...
-¿Si?-preguntó antes de darle un sorbo al jugo de naranja.
-¿Cuándo te volveré a ver?-pregunto con un tono de preocupación.
-Oh, ¿no te lo comentó Carlos ayer? Nuestra siguiente parada es Nueva Jersey en dos semanas.-abro mis ojos como platos.-Es la primera vez que correremos ahí. Así que esta vez, tú serás la anfitriona.
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Miss Americana & The Heartbreak Prince [Charles Leclerc]
RomanceEn el vibrante escenario de Mónaco, donde la velocidad y la emoción llenan el aire, vive una historia inesperada entre Charles Leclerc, el joven y talentoso piloto de Fórmula 1, y Lilly, una famosa actriz y cantante. Charles lleva en sus hombros el...