El Libro de la Tragicomedia, presenta...
Los humanos lloran, los demonios, ¿también?
¿Cómo es la noche cuando la luna no está?, fría, oscura, sola.
Una noche en donde la luna no era vista, la gran tormenta cubría el cielo con las frías nubes grises, y su lluvia que recordaba la tristeza de la noche, una joven mujer se encontraba llorando sus lágrimas apenas se notaban no podía diferenciar la lágrima de la noche con la lágrima de la mujer llevaba puesto un vestido negro unos tacones negros y un maquillaje negro también, era de cabello rubio y ojos color miel que resaltaban en la oscuridad a través de la luz de un farol se encontró ella, llorando preguntándose que había hecho mal, que estaba mal, el dolor físico no duele tanto como el dolor del alma, el dolor material es menor que lo abstracto, sus lágrimas eran reales no eran falsas nunca lo fueron, su dolor es insoportable, su cuerpo ya no daba más, pero aun así seguía manteniéndose viva, sin importar cuantas veces hayan lastimado su alma, sin importar cuantas veces su alma se haya roto, ya está todo lo malo es ser todo lo que es ser bueno, la idea de la paz fue asesinado ni bien se le mencionó, el Armagedón fue su única opción, pero estaría dispuesta arriesgarlo todo... su vida, su padre, su hijo, que es lo que pierdes y lo que no pierdes, no podemos escapar del sufrimiento, es parte del alma sufrir, es parte del alma olvidar, no poder evitar el dolor, ni con las tantas canciones de amor que escucharas en cada una de las noches. Las palabras te atraviesan, todos te rechazaron sin dar una explicación, sin mostrar ninguna emoción en el rostro, pero porque esperar algo de ellos si los demonios no lloran, ellos no tienen alma, ellos no saben lo que significa el dolor, no son como tú, ellos no saben lo que es perder, no saben lo que es la depresión, ellos no conocen el amor.
Los demonios no son más que seres que viven sin un propósito, son seres que no tienen nada, no son como los humanos, no tienen nada en común, ni en lo absoluto.
— Porque lloras, bella dama, la noche no es de todo bonita, pero tú eres suficiente para que al menos exista luz en esta oscura realidad — fueron las palabras más hermosas que había escuchado, todo lo que salía de esa boca era bello, perfecto, su mirada, su sonrisa, su propio ser.
Porque llorar ahora, porque duele tanto, porque se sufre de esa manera, tu propia naturaleza es así, aunque no debería ser así, le temes a la muerte, le temes al rechazo, le temes a la soledad, lo temes, pero te haces la valiente, detrás de todo ese mal que te han hecho has mostrado una mujer dura y sin remordimientos, pero no es así ¿Verdad? y él lo sabe, lo sabe..., eres tú quien lo niegas, fuiste tú quien lo perdió.
— Por favor Damián, no mueras, no te mueras Damián ¡NO! — ¿Cuántas lágrimas eres capaz de derramar? ¿cuántas veces estuviste por perder la razón? ¿cuántas veces le rogaste a Dios?
Mi alma es quien soporta todo, el dolor no cuenta las veces que dañaste el cuerpo si no las veces en que me apuñalaste el alma, odie ser humana, porque todo era dolor y sufrimiento; y ahora odio ser esto porque yo misma me causo este sufrimiento, si rehíce mi vida fue para dejar el pasado atrás, pero es el pasado quien me persigue y no me deja en paz
— Por favor... Damián... no me dejes... no tengo a nadie en quien confiar... todos están en mi contra... no puedo... ya no sé qué hacer... perdí mi vida... a Mateo... a mis hermanos... a mi padre... a mis hijos... no quiero perderte a ti también, por favor... — ¿Será verdad?, por primera vez desde que tengo uso de razón he visto a un demonio llorar, sus lágrimas pesaban, su sentir pesaba, pero ¿Por qué se siente?, ¿Por qué lo siente?
— ¡NO, DAMIÁN, PORFAVOR... NO MUERAS, DAMIÁN, ¡NO...!
Los gritos eran desgarradores, y si la escucharas más catastrófica era la escena, quería llorar, pero mis ojos no lograban lagrimear, quería ayudar, pero mi cuerpo quedó estático, ¿pude hacer algo?, en realidad no, no importa cuantos testigos hubo nadie hizo nada, talvez si se pudo salvar, pero nadie quiso ayudar — PORFAVOR .... DAMIÁN AHAHAHA — desde eso momento me di cuenta de quien era la víctima y quienes eran los atacantes, pero no hice nada, la multitud te da una idea de pensar y como son mayoría aceptamos esa ideología defendemos a los atacadores y atacamos a las víctimas, pero ¿qué hacemos?, así es, nada.
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El Libro de la Tragicomedia
Mystery / ThrillerUn mundo ficticio la cual la felicidad no será una opción, un mundo donde existen los demonios, los ángeles pero sobre todo las maldiciones, en esta historia nos centraremos en un juego de mentiras y conflictos personales donde no existira la palabr...