El Colegio Manhattan de las Artes y Ciencias

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"En un nuevo colegio, en una ciudad desconocida, a veces nuestros mayores desafíos no son los problemas académicos, sino las relaciones inesperadas que formamos en el camino."

Capítulo 6

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Capítulo 6

La sala de estar de nuestro lujoso apartamento estaba cargada de tensión esa mañana. Georgina y Castre, se sentaban en el sofá junto a mí, con rostros llenos de preocupación y confusión. Calev, estaba en el otro extremo de la habitación, observando la escena con una expresión de extrañeza en su rostro. Frente a nosotros, el Dr. Reynolds, mi psiquiatra, se acomodó en una silla, listo para abordar lo que había sucedido.

Mis padres habían llamado al Dr. Reynolds temprano en la mañana después de descubrir el caos que había dejado en mi habitación. La furia y el pánico que había sentido cuando mis poderes salieron descontrolados habían resultado en la destrucción total de mi cuarto. Ahora, todos parecían pensar que había tenido un ataque psicótico.

Mi mente estaba llena de emociones y confusión, pero me esforcé por mantener la calma mientras el Dr. Reynolds comenzaba a hacer preguntas.

—Andrea, ¿puedes decirme qué ocurrió en tu habitación esta mañana? —preguntó con voz calmada.

Miré a mis padres, que asintieron con preocupación, antes de dirigir mi mirada al terapeuta.

—No lo sé, doctor. Me desperté esta mañana y... todo estaba fuera de control. Sentí una especie de energía dentro de mí, y... no pude controlarla. Fue como si... como si todo a mi alrededor estuviera suspendido en el aire, y luego... todo se vino abajo.

El Dr. Reynolds asintió, tomando notas en su bloc de notas. Pude sentir la mirada escrutadora de mis padres sobre mí, y su preocupación era palpable.

—¿Te sentiste angustiada o enojada en ese momento? ¿Hubo algo que te provocara emociones intensas antes de que esto ocurriera? —preguntó el terapeuta.

Suspiré, tratando de recordar lo que había pasado. Había enviado otros pares de mensajes a Monique pero no me había respondido. La frustración me llenó, y con ello, intenté lanzar el celular, y luego pasó el resto. 

—Sí, lo hubo. Estaba frustrada porque he intentado comunicarme con Monique desde hace mucho tiempo, lancé el celular de la frustración de que no respondiera mis mensajes, como si no existiera para ella, y justo allí, el celular flotó de la nada. Seguido, pasó todo lo que sucedió en mi habitación, como si mi mente estuviera... ¿tratando de lidiar con eso de alguna manera?

Mis padres intercambiaron miradas preocupadas, y el Dr. Reynolds asintió nuevamente. En se momento, cuando oí lo que había dicho, me di cuenta de que no había sido buena idea. Era un boleto directo para que me mandaran a un manicomio. 

La tensión en la sala de estar se hizo más palpable cuando mencioné que el celular había flotado de la nada. Los ojos de mis padres se abrieron de par en par, y Calev, mi hermano, miró con incredulidad.

Instrumento: Galica #POFG2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora