Capítulo 7.

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— Pero señor, ya le había enviado información referente al joven Kim Dan.

— No me importa, quiero más información, todo lo que puedas recolectar — detective inútil, necesitaba que aquellos informes fueran más detallados, todo, necesitaba de todo a mi alcance — te dije, se que ya había solicitado su información pero me parece bien tener más, hasta lo más mínimo — que ineptos estos idiotas.

— Lo siento, no me será posible — y mierda que si no le es posible.

— Mira, le diré a mi hermano que te despida si no me haces caso.

— Joven Jaekyung — ¿ahora con que tontería va a salir?, ese inepto no sé por qué trabaja para mí hermano. Es tan idiota, con una sola palabra... — en verdad que es lo único que hay del joven Kim Dan.

¿Cómo puede ser eso posible? Ni siquiera consideraría vida todo lo que ha estado haciendo ese Omega. En fin, tampoco es como que importará el bastardo que le hizo Omega recesivo, no era tan importante como para investigar ese aspecto de su vida.

— Bien...

Colgué de inmediato, si ese soplon le decía a mi hermano ese tonto iba a investigar también a Kim Dan e iba a tener que pasar por un filtro de preguntas estúpidas provenientes de él. No era algo que me entusiasmara, de todas formas papá ya no estaba.

— Ah, que omegas tan idiotas —solo de recordar a ese estúpido diciendo y llegando a mi casa me daban ganas de ir y lanzarle un golpe.

A fin de cuentas no eres diferente a tu padre.

Esas palabras siempre me irritaban, los omegas solo eran personas que se aprovechan de los demás. Nunca he golpeado a alguno, pero ellos son los únicos que se asustan con respecto a mi carácter.

...

— Jaekyung, ¿qué tienes?

— Nada, que te importa.

Ese maldito alfa no piensa dejar de sonreír, parece un maldito idiota que tiene la cara pegada con resistol. Y estaba ahí el idiota de Dan, también sonriendo como idiota sin pensar que ese alfa solo quiere meterse en sus pantalones. No es de extrañar, es un Omega.

Y todavía estos idiotas viendo cómo si me pasará algo.

— ¡Kim Dan, ven acá! — él solo le sonrió como disculpa y vino en mi dirección, eso era lo que debía hacer — dame una sesión, estoy algo tenso — obvio no lo estaba, pero ese maldito alfa estaba tratando de usar lo que era mío. Nadie tiene mis cosas. Son mías, mis cosas no se tocan.

— Claro Jaekyung.

Él no sé negaba y jamás lo iba a hacer, tiene que cumplir cada cosa que le diga a como de lugar.

Cuando entramos a la habitación me asegure de que la puerta estuviera en su totalidad cerrada para evitar que algún estúpido pudiera entrar a interrumpir lo que tenía en mente. Nunca había intentado algo así antes, pero justo ahora la anticipación de lo que puede pasar me tenía ansioso. Es como la sensación cuando eres pequeño y vas a salir a jugar con tus amigos o sabes que vas a ir a comprar tu juguete favorito.

P E T R I C O RDonde viven las historias. Descúbrelo ahora